Los especialistas en ciberseguridad recomiendan tapar la cámara del smartphone como medida preventiva contra el espionaje digital. Conoce por qué esta práctica puede salvar tu intimidad, qué dispositivos existen y cuán eficaz es frente a software malicioso que intenta activar la cámara sin tu consentimiento.
¿Por qué tapar la cámara del celular?
Varias voces del sector tecnológico, entre ellas analistas de MDZ Online y La Gaceta, señalan que la cámara es uno de los puntos más vulnerables para el spyware o malware que permite la captura de imágenes y video sin que el usuario lo note. Según estudios, entre 2019 y 2024 se detectaron al menos 12 casos documentados en Argentina donde aplicaciones maliciosas activaron la cámara de forma remota.
Riesgos concretos
Los peligros principales son:
- Vigilancia no autorizada: espías digitales pueden observar entornos privados, como habitaciones o reuniones.
- Robo de información visual: documentos, pantallas y caras pueden ser capturados para chantaje o fraude.
- Explotación de datos biométricos: imágenes del rostro pueden servir para entrenar sistemas de reconocimiento facial sin consentimiento.
¿Cómo tapar la cámara de forma segura?
Los expertos enumeran tres métodos:
- Cinta adhesiva opaca: una tira de cinta negra o gris cubre completamente la lente. Es barato y fácil de aplicar, pero puede dejar residuos.
- Fundas con tapón integrado: algunos fabricantes ofrecen carcasas que incluyen una cubierta deslizante. Son más elegantes y reutilizables.
- Stickers de privacidad: láminas delgadas diseñadas para adherirse sobre la lente sin dañar el cristal.
¿Es realmente eficaz?
Según Infobae, bloquear la cámara reduce en un 90 % la probabilidad de que un malware acceda a la visión del dispositivo, siempre que la cubierta sea completamente opaca. Sin embargo, la medida no protege contra otras vías de espionaje, como micrófonos o captura de pantalla. Por eso, la recomendación se complementa con:
- Mantener el sistema operativo actualizado.
- Instalar antivirus de confianza.
- Revisar los permisos de aplicaciones regularmente.
Conclusión
Tapar la cámara es una práctica sencilla, de bajo costo y con evidencia de alta efectividad contra el espionaje visual. Aunque no es una solución única, se suma a un conjunto de hábitos de seguridad digital que todos los usuarios de smartphones deberían adoptar para proteger su intimidad en la era de la vigilancia tecnológica.