El 19 de mayo de 2020 el presidente Donald Trump organizó una cena oficial en la Casa Blanca para recibir al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman. Entre los asistentes estuvieron altos cargos del gobierno estadounidense, representantes del sector empresarial y la élite saudí, en un contexto marcado por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi y la polémica venta de helicópteros militares.
Contexto de la cena
La cena fue parte de una visita oficial del príncipe heredero saudí a Washington, cuyo objetivo principal era reforzar la relación bilateral y avanzar en acuerdos de defensa y energía, particularmente la venta de helicópteros Apache y el programa de aviones F‑35. La reunión se produjo dos años después del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, un hecho que había tensado las relaciones entre ambos países.
Quiénes asistieron
Según reportes del The New York Times y Infobae, entre los invitados confirmados se encontraban:
- Donald Trump – Presidente de los Estados Unidos.
- Mike Pence – Vicepresidente.
- Steven Mnuchin – Secretario del Tesoro.
- Mark Esper – Secretario de Defensa.
- Robert O’Brien – Asesor de Seguridad Nacional.
- Gina Haspel – Directora de la CIA.
- John Barrasso – Senador (R‑Wyoming) y presidente del Comité de Energía y Recursos Naturales.
- Mohammed bin Salman – Príncipe heredero de Arabia Saudita.
- Khalid Al‑Falih – Ministro de Energía de Arabia Saudita.
- Salman Al‑Dawsari – Asesor cercano del príncipe heredero.
Además, la cena contó con la presencia de destacados empresarios del sector energético y de defensa, aunque sus nombres no fueron divulgados oficialmente por la Casa Blanca.
Relevancia del encuentro
El evento mostró la disposición del gobierno de Trump a mantener y profundizar los lazos estratégicos con Arabia Saudí, pese a la presión internacional tras el caso Khashoggi. Durante la cena, se reiteró el compromiso de los EE. UU. de suministrar equipo militar avanzado y de cooperar en proyectos energéticos, mientras que el príncipe heredero enfatizó su visión de modernizar la economía saudí bajo la iniciativa “Visión 2030”.
Repercusiones y críticas
Organizaciones de derechos humanos criticaron la celebración, argumentando que premiar al príncipe heredero enviaba un mensaje equivocado sobre la rendición de cuentas por el asesinato de Khashoggi. Por su parte, la administración Trump defendió la cena como un paso necesario para la seguridad regional y la lucha contra el extremismo.