El índice de riesgo país (EMBI+ Argentina) volvió a romper la barrera de los 600 puntos básicos, reflejando la creciente presión sobre la economía y avivando las expectativas de una posible re‑incorporación a los mercados de deuda externos.
¿Qué significa que el riesgo país supere los 600 puntos?
El riesgo país, medido a través del índice EMBI+ Argentina, representa la prima que los inversores exigen para comprar deuda soberana argentina en comparación con la de referencia internacional. Un nivel por encima de 600 puntos básicos indica una percepción de alto riesgo y encarece significativamente el costo de financiamiento.
Contexto actual
Durante la semana del 18 de noviembre de 2025, el índice alcanzó nuevamente la zona de los 600‑610 puntos, después de varios días de estabilización. Este repunte se produce en un contexto de:
- Fuerte ingreso de dólares al mercado cambiario, que ha impulsado una apreciación del dólar y presión sobre la balanza de pagos.
- Inflación acumulada que supera el 150 % en los últimos 12 meses, lo que deteriora el poder adquisitivo y eleva las expectativas de ajuste de tasas.
- Debates en el Congreso sobre la reforma fiscal y la necesidad de una política cambiaria más clara.
Impacto en los mercados financieros
El aumento del riesgo país ha tenido repercusiones inmediatas:
- Los ADR (American Depositary Receipts) de compañías argentinas cotizaron con un alza de casi 3 % en Wall Street, reflejando un interés speculativo a corto plazo.
- Los bonos internos emitidos por el Gobierno experimentaron una caída de precios de entre 4‑6 %, elevando sus rendimientos.
¿Se avecina el regreso a los mercados internacionales?
El cruce de los 600 puntos ha reavivado el debate sobre la posibilidad de que Argentina vuelva a captar financiamiento en los mercados externos. Analistas señalan que, aunque el nivel actual sigue siendo alto, una estabilización y una política macroeconómica clara podrían abrir una ventana para una emisión de deuda a mediano plazo.
Sin embargo, los riesgos persisten: la volatilidad cambiaria, la presión inflacionaria y la necesidad de consolidar un marco fiscal sostenible siguen siendo condicionantes clave para cualquier re‑entrada.
Perspectivas a corto y mediano plazo
Los economistas de la región coinciden en que el riesgo país se mantendrá volátil durante las próximas semanas, movido por los datos de inflación, la evolución del tipo de cambio y los resultados de las negociaciones políticas. Un descenso gradual por debajo de los 600 puntos sería una señal positiva para una futura oferta soberana, mientras que un retroceso a niveles superiores podría consolidar la percepción de aislamiento financiero.