Una joven de 21 años, antes reconocida en las pasarelas de Brasil, dejó su carrera de modelo para ingresar a un convento y ahora se ha convertido en fenómeno de internet bajo el nombre de Hermana Eva. Su decisión, motivada por una profunda búsqueda espiritual, ha generado miles de reacciones en redes y plantea reflexiones sobre la fe y el sentido de la vida.
De la pasarela al convento
Eva Silva (nombre completo no revelado por respeto a su privacidad) nació en São Paulo en 2004 y a los 18 años comenzó una carrera como modelo, participando en campañas para marcas de moda y belleza en Brasil. Tras dos años de actividades internacionales, tomó la decisión de abandonar el mundo del modelaje para dedicarse a la vida religiosa.
Una vocación inesperada
En febrero de 2025, la joven ingresó al Convento de Nuestra Señora del Rosario, una comunidad de clausura católica ubicada en el interior de Minas Gerais. Allí recibió el nombre espiritual de Hermana Eva y comenzó su proceso de noviciado, que incluye los votos de castidad, pobreza y obediencia. El noviciado es una etapa de formación que dura generalmente entre 1 y 2 años antes de la toma de los votos perpetuos.
El salto a la viralidad
El 19 de noviembre de 2025, la Hermana Eva compartió una foto de su primer día con hábito en su cuenta de Instagram, acompañada del mensaje “He encontrado mi verdadera casa”. La publicación alcanzó más de 2 millones de likes y fue replicada por medios de Argentina, Brasil y España. La historia fue recogida por portales como Infobae, Clarín, Diario El Día de La Plata, Diario Popular y Ámbito, generando un intenso debate sobre la libertad individual, la influencia de las redes sociales y la relevancia de la vida monástica en la sociedad contemporánea.
Contexto y significado
En la tradición católica, una monja es una mujer que ha decidido vivir en comunidad bajo la regla de una orden o congregación, dedicándose a la oración, el trabajo y la entrega total a Dios. Los votos que pronuncian son compromisos de por vida que buscan la unión con la divinidad y la renuncia a los bienes materiales. La decisión de Eva representa, según ella, “una respuesta a un llamado interior que nunca pude ignorar”.
Reacción del público
Los comentarios en las redes varían desde el apoyo y la admiración hasta la sorpresa y el escepticismo. Algunos usuarios destacan la valentía de abandonar una vida de glamour, mientras que otros reflexionan sobre la presión de los estándares de belleza y la búsqueda de significado más allá de la fama.
¿Qué sigue para la Hermana Eva?
Actualmente, la joven continúa su formación dentro del convento, participando en actividades de caridad y educación para niños de la comunidad. Mantendrá una presencia limitada en redes, enfocándose en compartir reflexiones espirituales y testimonios de su proceso de fe.