El presidente Javier Milei desmintió este lunes las sospechas de soborno en la empresa Andis, calificándolas de fabricaciones sin fundamento y acusó a ciertos medios de difundir intenciones dañinas y complicidad con intereses opositores.
Contexto de la polémica
Desde principios de octubre de 2025, diversos medios y sectores de la oposición señalaron a la empresa Andis – una consultora financiera que ha trabajado en proyectos de infraestructura pública – como supuesta responsable de pagos irregulares a funcionarios del gobierno. Las denuncias se basaron en documentos que, según los críticos, demostrarían la existencia de “coimas” destinadas a favorecer contratos estatales.
Respuesta de Javier Milei
En una rueda de prensa celebrada el 20 de noviembre de 2025, el presidente Milei negó categóricamente cualquier vínculo con actos de corrupción vinculados a Andí. Declaró que las acusaciones son “un montaje ideológico” diseñado para desestabilizar su gestión y que “no existe prueba alguna que respalde esas afirmaciones”. Además, sostuvo que los medios que difunden estas informaciones actúan con “mala intención” y forman parte de una “complicidad mediática” que favorece a grupos de poder contrarios a su proyecto liberal.
Reacciones de los sectores involucrados
Los representantes de Andis, a través de su vocero, emitieron un comunicado en el que aseguraron que la empresa siempre ha operado bajo los principios de transparencia y legalidad, y que colaborará con cualquier investigación que se abra. Por su parte, varios canales de prensa y analistas políticos calificaron la postura de Milei como una estrategia para desviar la atención de otras problemáticas económicas.
Implicaciones políticas y sociales
El enfrentamiento entre el Ejecutivo y los medios refuerza la tensión ya existente en el panorama político argentino. De concretarse alguna investigación formal, podría generar un nuevo episodio de debate sobre la corrupción y la independencia judicial. Por otro lado, la defensa enérgica de Milei refuerza su discurso de lucha contra lo que él denomina “el establishment” mediático.