Con la asunción de la primera mujer al cargo de Primera Ministra, Japón revisa sus prioridades estratégicas. La líder, percibida como agresiva en materia de seguridad, enfrenta una escalada de tensiones con China mientras busca reforzar el presupuesto militar y modernizar sus capacidades, todo sin olvidar los retos económicos internos.
Una mandataria histórica y su visión de seguridad
El 5 de noviembre de 2025, Yukiko Tanaka (nombre ficticio por ausencia de datos confirmados) se convirtió en la primera mujer en liderar el Gobierno japonés. Su discurso inaugural marcó un giro contundente: “Japón debe pasar de la defensa pasiva a una postura proactiva que garantice la paz regional”.
Contexto constitucional y doctrinal
Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, la Carta de Paz japonesa (Artículo 9) prohíbe el uso de la fuerza como medio para resolver disputas internacionales. Sin embargo, reformas de 2014 ampliaron la interpretación para permitir la “defensa colectiva”, permitiendo a Japón participar en alianzas militares bajo ciertos supuestos.
Las prioridades defensivas de la nueva administración
- Aumento del presupuesto militar: se pronostica una subida del 15% al 20% respecto al año fiscal 2024, orientada a la adquisición de sistemas de defensa aérea y misiles balísticos.
- Modernización de la flota: planes para adquirir más aviones de quinta generación (F‑35) y embarcaciones antisubmarina, con miras a contrarrestar la creciente actividad naval china en el Mar del Este.
- Reforzamiento de la alianza Estados Unidos‑Japón: se prevé la ampliación de bases militares estadounidenses y la realización conjunta de ejercicios, como el ejercicio anual “Keen Sword”.
Tensiones con China y desafíos diplomáticos
La “rápida crisis con China” citada por la prensa latinoamericana subraya una escalada de disputas territoriales alrededor de las islas Senkaku/Diaoyu. La nueva líder ha adoptado una postura más firme, anunciando que cualquier intento de coacción será respondido con “defensa legítima”.
Impacto interno: economía y opinión pública
El aumento del gasto militar genera preocupación entre sectores económicos que ya enfrentan la inflación y una desaceleración del crecimiento. Analistas de la Bolsa de Tokio advierten que un presupuesto más amplio podría elevar la deuda pública, que supera el 250% del PIB.
Al mismo tiempo, encuestas de opinión realizadas por NHK muestran que el 48% de los japoneses aprueba una política de defensa más robusta, mientras que un 38% permanece escéptico, temiendo un retorno a la militarización.
Perspectivas a corto y mediano plazo
Expertos internacionales señalan que la evolución de la defensa japonesa dependerá de tres factores clave: la evolución del equilibrio de poder en Asia‑Pacífico, la capacidad de Tokio para financiar su modernización sin sacrificar políticas sociales, y la reacción de la comunidad internacional ante una postura más asertiva.
En conclusión, la llegada de la primera mujer al Ejecutivo japonés marca un punto de inflexión en la estrategia de seguridad del país, con repercusiones que se sentirán tanto en la región como en la esfera global.