Un estudio reciente de la Universidad de Cambridge confirma que la unión de una alimentación equilibrada y actividad física regular es la estrategia más eficaz para reducir la grasa visceral que amenaza la salud. La investigación, respaldada por datos internacionales, detalla cómo estos hábitos actúan en conjunto contra los factores que dificultan la pérdida de grasa abdominal.
¿Qué reveló el estudio de Cambridge?
Investigadores de la Universidad de Cambridge analizaron a cientos de adultos que modificaron su dieta y aumentaron su nivel de actividad física durante varios meses. Los resultados mostraron una disminución significativa de la grasa visceral – el tipo de grasa que se aloja alrededor de los órganos internos y está asociada a enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos cánceres.
La sinergia entre alimentación y movimiento
La clave del éxito, según el estudio, radica en la combinación de ambos factores. Mientras la dieta reduce la ingesta calórica y favorece la calidad de los nutrientes, el ejercicio potencia el gasto energético y mejora la sensibilidad a la insulina, facilitando que el cuerpo utilice la grasa almacenada.
¿Qué tipo de dieta es la más adecuada?
Los investigadores resaltan la importancia de una alimentación rica en proteínas magras, fibra (frutas, verduras y granos integrales) y grasas saludables (aceite de oliva, frutos secos, pescado). Evitar azúcares añadidos y alimentos ultraprocesados ayuda a controlar los picos de insulina que favorecen la acumulación de grasa abdominal.
Ejercicio recomendado
Se sugiere combinar entrenamiento aeróbico (caminata rápida, ciclismo, natación) al menos 150 min a la semana con ejercicios de resistencia (pesas, entrenamiento con el propio peso) dos veces por semana. Esta combinación potencia la pérdida de grasa y preserva la masa muscular.
Factores que dificultan la reducción de la grasa abdominal
Otros estudios citados por Infobae y Euronews identifican nueve factores que frenan la eliminación de grasa abdominal, entre ellos: estrés crónico, sueño insuficiente, consumo de alcohol, mutaciones genéticas, edad avanzada y desequilibrios hormonales. Conocer estos obstáculos permite diseñar un plan más realista y efectivo.
Ejercicio vs. dieta: ¿qué funciona mejor?
Según Infosalus, ni la dieta ni el ejercicio por sí solos logran una pérdida de grasa abdominal óptima. La evidencia muestra que la sinergia entre ambos produce resultados superiores: hasta un 30 % más de reducción de grasa visceral en comparación con intervenciones aisladas.
Conclusiones y recomendaciones prácticas
- Adopta una dieta equilibrada con alimentos integrales y control de azúcares.
- Incorpora actividad física regular, combinando cardio y fuerza.
- Controla el estrés y mejora la calidad del sueño, factores críticos para el metabolismo de la grasa.
- Consulta a un profesional de la salud para adaptar el plan a tus condiciones específicas.
Aplicar estas estrategias no solo disminuye la grasa abdominal, sino que también protege la salud a largo plazo, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.