El actor chileno‑argentino Benjamín Vicuña viajó a Chile junto a sus hijos Magnolia y Amancio, compartiendo tardes de campo, caballos y un homenaje a su perra Blanquita, mientras reflexiona sobre sus raíces tras la polémica con China Suárez.
Un regreso a los orígenes
El pasado mes de noviembre de 2025, Benjamín Vicuña emprendió un viaje a Chile, tierra natal que describe como “volver a mis raíces”. La escapada coincidió con un periodo de alta exposición mediática por la ruptura con la actriz China Suárez y buscó reencontrarse con la tranquilidad del campo.
Compañía familiar
Vicuña estuvo acompañado por sus dos hijos: Magnolia, de 4 años, fruto de su relación anterior, y Amancio, de 2 años, nacido en 2023 con Suárez. Ambos disfrutaron de actividades al aire libre, como paseos a caballo y picnic bajo los pinos, experiencia que el actor describió como “el mejor regalo que les puedo dar”.
Momentos destacados
- Cabalgatas en la zona de la Patagonia chilena, donde compartió la pasión por los caballos que ha cultivado desde su infancia.
- Un emotivo homenaje a su perra Blanquita, fallecida en 2023, con una pequeña ceremonia al atardecer en un claro del bosque.
- Visita a la casa de campo que Vicuña posee en la región, equipada con helipuerto, mini estanque y animales exóticos, que sirve como refugio para la familia.
Contexto mediático
El viaje se dio en medio de la controversia pública surgida tras la separación de Vicuña y China Suárez, quien había protagonizado una intensa discusión en redes sociales. A diferencia del foco mediático, el actor optó por la privacidad del entorno rural para reconectar con sus hijos y consigo mismo.
Reacciones
Los seguidores del actor han elogiado su decisión de priorizar la familia y la naturaleza. En sus redes, Vicuña compartió fotografías del paisaje y de los niños, recibiendo cientos de comentarios de apoyo que resaltan la importancia de los lazos familiares y el regreso a los valores personales.
Conclusión
El viaje a Chile no solo marcó un retorno físico a sus raíces, sino también un gesto simbólico de reconstrucción personal. Benjamín Vicuña muestra, a través de este recorrido, que ante la adversidad mediática, la familia y la conexión con la tierra siguen siendo sus pilares fundamentales.