El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro, detenido por intento de fuga, confesó haber intentado destruir su monitor electrónico. Asegura que una combinación de fármacos le provocó un estado de paranoia, mientras la justicia avanza con su proceso penal.
Contexto judicial
Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, fue puesto bajo arresto domiciliario en noviembre de 2025 tras ser acusado de intentar evadir la medida cautelar que le obligaba a portar una tobillera electrónica. La orden judicial forma parte de una sentencia que incluye procesos por actos antidemocráticos y corrupción.
El episodio de la tobillera
Según su propia declaración a las autoridades, Bolsonaro intentó quemar el dispositivo electrónico que le controlaba la ubicación. El ex mandatario explicó que, bajo los efectos de una combinación de medicamentos prescritos para tratar problemas de sueño y estrés, experimentó un episodio de “paranoia” que lo llevó a pensar que la tobillera era una amenaza.
Reacción de la justicia y el gobierno
Los fiscales calificaron el intento como un acto de desobediencia que agravaría su situación legal. La Corte Suprema confirmó que el proceso continuará y que cualquier intento de fuga será penalizado con mayor severidad.
Posición del presidente Lula da Silva
El actual presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró que Bolsonaro cumplirá la condena que la justicia haya determinado, subrayando el principio de igualdad ante la ley.
Implicaciones políticas
El caso resalta las tensiones entre los seguidores de la derecha y la administración actual, generando un debate sobre la salud mental de los dirigentes públicos y la gestión de medidas cautelares en casos de alta relevancia política.
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