A principios de noviembre de 2025, la iniciativa de paz de Donald Trump para Ucrania —compuesta por diez medidas— se convirtió en el eje central de intensas negociaciones en Ginebra, generando reacciones encontradas en Kiev, elogios de Estados Unidos y un llamado a revisión profunda por parte del gobierno español.
Contexto de la propuesta
El expresidente estadounidense Donald Trump presentó un plan de diez puntos destinado a poner fin al conflicto entre Ucrania y Rusia. El documento, cuyo contenido completo no ha sido divulgado en su totalidad, busca establecer un marco para la cesación de hostilidades y una posible reconfiguración territorial.
Debate en Ginebra
Las conversaciones se llevaron a cabo en la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra, donde representantes de Ucrania, Estados Unidos, la Unión Europea y otras potencias internacionales intercambiaron posiciones. Según Infobae, EE. UU calificó esas negociaciones como “un gran paso hacia adelante” en la búsqueda de una salida diplomática al conflicto.
Reacciones en Ucrania
En la capital ucraniana, el plan ha provocado una fuerte resistencia. La Nación describió la propuesta como “una capitulación”, señalando que amplios sectores de la población y varios funcionarios se oponen a cualquier reconocimiento implícito de la influencia rusa sobre el territorio ucraniano.
Posición de España
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, solicitó una “revisión en profundidad” del plan, subrayando la necesidad de evaluar sus implicaciones para la seguridad europea y los derechos soberanos de Ucrania.
Desarrollo posterior
Tras la presión combinada de Estados Unidos y Rusia, el gobierno ucraniano anunció que pospondrá la discusión del plan y lo volverá a examinar en Suiza, según informó Perfil. Este retroceso evidencia la complejidad política que rodea cualquier intento de negociación.
Implicaciones y próximos pasos
El debate en Ginebra marca un punto de inflexión: mientras algunos actores internacionales ven una oportunidad para aliviar la guerra, otros temen que el plan pueda legitimar territorios ocupados y socavar la soberanía de Ucrania. Las próximas reuniones, previstas todavía para finales de noviembre, determinarán si la iniciativa de Trump avanza o se descarta.