El aclamado director de Avatar, James Cameron, ha declarado que Netflix no debería aspirar a los premios Oscar a menos que sus películas se estrenen en al menos 2000 salas de cine durante un mes completo, calificándolo como un “desastre” para la industria del cine tradicional.
Contexto de la polémica
En los últimos años, la plataforma de streaming Netflix ha incrementado su presencia en los premios Oscar, logrando nominaciones y victorias con películas como Roma y The Irishman. Este auge ha generado un debate sobre los criterios de elegibilidad de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Regla actual de elegibilidad
Para que una película sea considerada en los Oscar, la Academia exige un estreno comercial en al menos 7 días consecutivos en 2500 salas de los Estados Unidos. Algunos expertos señalan que esta regla busca proteger el modelo tradicional de exhibición.
La postura de James Cameron
James Cameron, director de Avatar y Titanic, ha manifestado en entrevistas a medios locales que Netflix solo debería competir si estrena sus filmes en 2000 cines durante un mes entero. Cameron calificó la intervención de la plataforma como “podrido hasta la médula” y advirtió que permitir su participación podría convertirse en un “desastre” para la industria cinematográfica.
Reacciones y análisis
Los comentarios de Cameron han sido recogidos por diversos medios como Infobae, Espinof, Indie Hoy, MARCA y 3DJuegos. Analistas de la industria consideran que sus palabras reflejan la creciente tensión entre los estudios tradicionales y las plataformas de streaming, mientras que otros argumentan que el modelo híbrido de estrenos (cines y streaming simultáneos) es el futuro del cine.
Implicancias para el futuro
Si la Academia adoptara la propuesta de Cameron, los requisitos de estrenos se volverían más estrictos, favoreciendo a los estudios con mayor capacidad de distribución física. Por otro lado, plataformas como Netflix tendrían que revaluar su estrategia de lanzamientos, potencialmente incrementando la cantidad de salas de exhibición para sus proyectos de mayor perfil.
En definitiva, la declaración de Cameron reaviva el debate sobre cómo equilibrar la innovación digital con la preservación del modelo tradicional de exhibición cinematográfica.