En una sesión histórica celebrada el 12 de junio de 2024, la Asamblea Nacional francesa votó por unanimidad contra la ratificación del tratado comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, enviando un firme mensaje al presidente Emmanuel Macron para que no firme el acuerdo, mientras la polémica sigue escalando en Europa y América Latina.
Un voto histórico contra el tratado Mercosur‑UE
El 12 de junio de 2024 los 577 diputados de la Asamblea Nacional de Francia emitieron un voto unánime (577‑0) para rechazar la ratificación del acuerdo comercial entre el bloque sudamericano Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la Unión Europea. La iniciativa, impulsada por el Comité de Asuntos Exteriores, se enmarca dentro de la creciente preocupación europea por la normativa ambiental, los derechos laborales y el impacto económico del pacto.
¿Qué implica el acuerdo Mercosur‑UE?
El tratado, negociado durante ocho años y firmado en 2019, pretende eliminar aranceles sobre cientos de millones de toneladas de productos agrícolas, industriales y de servicios, creando una zona de libre comercio que abarcaría cerca del 30 % del PIB mundial. Sus defensores sostienen que abrirá importantes mercados para agricultores y exportadores, mientras que sus críticos alertan sobre riesgos de descarbonización y competencia desleal.
Motivaciones del rechazo francés
Los legisladores franceses argumentaron que el acuerdo vulnera los estándares europeos en materia de:
- Protección ambiental: falta de compromisos vinculantes para reducir la deforestación en la Amazonía.
- Derechos laborales: ausencia de cláusulas efectivas que garanticen condiciones de trabajo dignas en los países del Mercosur.
- Sector agroalimentario: temores de que la eliminación de aranceles perjudique a los productores locales de carnes, lácteos y vino.
El presidente Emmanuel Macron había anunciado su intención de aprobar el tratado, pero el veto parlamentario lo obliga a reconsiderar su posición y buscar posibles reformas del texto.
Repercusiones internacionales
El rechazo de Francia —el mayor país de la UE— complica aún más la ratificación del acuerdo, que ya había sido bloqueada por el Parlamento italiano y el Consejo de la UE. Otros países europeos, como Alemania y los Países Bajos, mantienen una postura cautelosa mientras se evalúan los efectos críticos sobre la política climática.
Posibles escenarios para el futuro
Ante este escenario, los gobiernos del Mercosur, encabezados por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, buscan renegociar ciertas cláusulas para atender las exigencias europeas. Simultáneamente, figuras políticas como el presidente argentino Javier Milei han manifestado su intención de viajar a Brasil para participar en una cumbre que podría impulsar una firma bilateral con la UE, a pesar de la oposición francesa.
Conclusión
El voto unánime de la Asamblea Nacional francesa representa un punto de inflexión en el proceso de integración comercial entre Europa y América del Sur. Mientras Francia presiona a Macron para que no avale el tratado, la comunidad internacional observa de cerca los próximos pasos de negociación, que podrían redefinir el equilibrio entre desarrollo económico y sostenibilidad ambiental.