El expresidente estadounidense ha presentado un ambicioso proyecto de 28 medidas para lograr la paz entre Ucrania y Rusia. Entre filtraciones, elogios al Kremlin y presiones de Kiev y Moscú, el plan genera expectativas y dudas sobre su viabilidad, mientras se intensifican las negociaciones internacionales para poner fin al conflicto que arrasa Europa del Este.
Antecedentes y filtraciones
En los últimos días se han divulgado documentos internos que detallan el llamado plan de 28 puntos elaborado por el equipo de Donald Trump. Los archivos, obtenidos por medios latinoamericanos, describen propuestas que van desde garantías de seguridad para Ucrania hasta concesiones económicas a Rusia. La filtración ha alimentado un intenso debate en la esfera diplomática.
Halagos al Kremlin y la postura de Putin
En una entrevista reciente, el presidente ruso expresó su disposición a considerar el proyecto estadounidense como “una base posible para un futuro acuerdo”. Putin señaló que los puntos que implican la retirada de sanciones y la normalización de relaciones comerciales podrían servir de punto de partida, aunque insistió en que cualquier decisión dependerá de la respuesta de Kiev.
Reacciones en Kiev
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha subrayado la necesidad de garantías de soberanía y la retirada de tropas rusas como condiciones indispensables. Según fuentes del gobierno ucraniano, Zelenski agradeció el intento de diálogo pero rechazó los artículos que contemplan la renuncia a la adhesión a la OTAN.
Los 28 puntos clave
Entre las medidas más destacadas se encuentran: la creación de una zona desmilitarizada, la organización de referéndum bajo observación internacional, la reintegración de territorios ocupados, el levantamiento paulatino de sanciones económicas, y la firma de un tratado de no proliferación de armas nucleares. Cada punto está sujeto a negociaciones multilaterales que incluyen a la UE y a la ONU.
Impacto y expectativas
Analistas internacionales advierten que el plan, aunque ambicioso, enfrenta obstáculos significativos: la desconfianza entre las partes, la presión interna de grupos nacionalistas y la complejidad de coordinar sanciones reversibles. No obstante, la iniciativa ha reavivado la discusión global sobre posibles vías diplomáticas para terminar con una guerra que lleva más de ocho años.
Próximos pasos
Se espera que en las próximas semanas se realicen reuniones informales en Ginebra y en la sede de la OTAN, donde representantes de EE. UU., Rusia, Ucrania y la Unión Europea evaluarán la factibilidad de los puntos presentados. El mundo observa con esperanza la posibilidad de una solución negociada que restablezca la estabilidad en la región.