En una visita a la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández se fotografió con el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, en un gesto que evidencia la creciente división dentro del Partido Justicialista, mientras varios gobernadores se alinean en bloques opuestos.
Escena en la Casa Rosada
El pasado 23 de noviembre de 2025 el presidente Alberto Fernández recibió al gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, en la sede del Poder Ejecutivo. La foto oficial, tomada frente al balcón que da a la Plaza de Mayo, mostró a ambos políticos estrechando la mano y sonriendo, mientras en el fondo se observaban otras figuras del peronismo.
Una señal de la fractura del PJ
El momento no pasó inadvertido. Analistas políticos señalaron que la presencia de Jalil, conocido por su postura crítica respecto a la cúpula nacional del Partido Justicialista (PJ), subraya la división que se ha intensificado durante los últimos meses. Gobernadores de provincias como Mendoza, Córdoba y Santa Fe han anunciado alianzas distintas, creando dos bloques claramente opuestos dentro del peronismo.
Gobernadores en rutas opuestas
Según reportes de La Nación y Clarín, al menos 12 gobernadores se han reunido en encuentros paralelos para definir estrategias de cara al Congreso. Uno de los grupos, liderado por figuras no kirchneristas, busca construir un “interbloque” que limite la capacidad del PJ tradicional de dictar la agenda legislativa.
Este nuevo bloque, según fuentes internas, pretende negociar directamente con el gobierno de Luis Milei en temas de financiación y recursos federales, desafiando la posición histórica del peronismo en el Congreso.
Impacto en la política nacional
La fractura del PJ podría repercutir en la próxima elección legislativa de 2027, al debilitar la unidad del partido y abrir espacio a alianzas transversales. La foto en la Casa Rosada, aunque simbólica, es vista como un “anuncio” de que la vieja cúpula del peronismo ya no controla todos los frentes provinciales.