Un atacante de origen afgano abrió fuego cerca de la Casa Blanca el 27 de noviembre de 2025, dejando un muerto y varios heridos entre la Guardia Nacional. El FBI vinculó al autor a las secretas “Zero Units” vinculadas a la CIA. El expresidente Donald Trump aprovechó el episodio para acusar a los inmigrantes y pedir el despliegue de más fuerzas en las calles.
Hechos del atentado
En la noche del 27/11/2025, un hombre de nacionalidad afgana abrió fuego frente a la Casa Blanca, en la zona conocida como Lafayette Square. El ataque dejó un guardia nacional fallecido y varios soldados heridos, entre ellos otro miembro de la Guardia Nacional que falleció días después de sus heridas.
Investigación del FBI
El FBI confirmó que el sospechoso había mantenido contactos con las llamadas Zero Units, unidades especiales afganas creadas y operadas bajo la supervisión de la CIA durante la guerra en Afganistán. Estas fuerzas, de carácter clandestino, fueron destinadas a operaciones de inteligencia y contrainsurgencia, y su existencia apenas se conocía fuera de círculos de seguridad.
Respuesta del gobierno y la Guardia Nacional
Tras el ataque, agentes federales registraron varias residencias vinculadas al sospechoso en Washington D.C. y sus alrededores, con el fin de recopilar evidencias y desarticular posibles redes de apoyo. El Departamento de Defensa anunció el reforzamiento de la presencia de la Guardia Nacional en la capital, incrementando las patrullas en áreas de alta concurrencia.
Reacción de Donald Trump
El expresidente Donald Trump, quien sigue ejerciendo una fuerte influencia en la esfera política, calificó el hecho de “una nueva ola de criminalidad impulsada por inmigrantes” y demandó el envío inmediato de más tropas para controlar las calles. Sus declaraciones generaron polémica y fueron condenadas por varios líderes y organizaciones de derechos humanos, que alertaron sobre la peligrosidad de utilizar episodios de violencia para alimentar discursos xenófobos.
Contexto y significado de las “Zero Units”
Las “Zero Units” surgieron tras el 2001 como parte de la estrategia de la CIA para crear fuerzas locales afganas con entrenamiento avanzado y autonomía operativa. Su nombre alude a la falta de registro oficial, lo que dificulta su seguimiento y rendición de cuentas. El vínculo del atacante con estas unidades ha reavivado el debate sobre la supervisión de los programas de inteligencia y su impacto en la seguridad interna de EE.UU.
Repercusiones y próximos pasos
Las autoridades continúan investigando posibles apoyos logísticos y financieros al atacante. Mientras tanto, el Congreso evalúa propuestas para reforzar la seguridad en la capital, incluida la ampliación de la autorización de fondos para la Guardia Nacional y la implementación de nuevas medidas de control de armas. La comunidad internacional sigue de cerca la situación, preocupada por la posible escalada de tensiones entre Estados Unidos y grupos vinculados a la CIA en Afganistán.