Un incendio devastador sacudió Hong Kong a finales de noviembre, dejando cerca de 130 fallecidos, cientos de desaparecidos y destapando fallas críticas en los sistemas de alarma y la normativa de construcción, especialmente en los andamios de bambú.
Resumen del siniestro
Un incendio de gran magnitud se originó en un edificio residencial‑comercial de Hong Kong a finales de noviembre de 2025. Las llamas se propagaron rápidamente, alimentadas por materiales combustible y la falta de detección temprana. Las alarmas contra incendio no funcionaron, lo que impidió la evacuación inmediata.
Víctimas y afectados
Casi 130 personas perdieron la vida, según los últimos datos del Departamento de Bomberos de Hong Kong. Más de 90 heridos fueron atendidos en hospitales locales y cientos de residentes permanecen desaparecidos entre los escombros.
Investigación y responsabilidades
Las autoridades arrestaron a tres personas vinculadas al proyecto de construcción, bajo la acusación de “grave negligencia”. La investigación apunta a fallas en la instalación y mantenimiento de los sistemas de alarma contra incendio, así como al uso de andamios de bambú sin la certificación requerida.
Contexto de los andamios de bambú
En Hong Kong, los andamios de bambú son una práctica tradicional por su bajo costo, pero presentan riesgos estructurales cuando no cumplen con los estándares de resistencia y estabilidad. Tras el siniestro, expertos en seguridad constructiva han demandado una revisión urgente de la normativa que regula su uso.
Respuesta de la comunidad y ayuda humanitaria
Equipos de emergencia, ONG y voluntarios se movilizaron para rescatar a los supervivientes, ofrecer refugio a los desplazados y proporcionar asistencia médica y psicológica. El gobierno anunció un fondo de ayuda de 50 millones de dólares para apoyar a las familias afectadas y financiar la inspección de edificios similares.
Lecciones y medidas futuras
El desastre ha reavivado el debate sobre la seguridad contra incendios en áreas densamente pobladas. Las autoridades planean implementar inspecciones más rigurosas, actualizar los sistemas de detección de humo y reforzar la prohibición del uso de andamios no certificantes en proyectos de gran envergadura.