El secretario de Finanzas, Santiago Caputo, y el grupo parlamentario Las Fuerzas del Cielo han aceptado su perfil discreto dentro del gobierno de Javier Milei, mientras maniobran para conservar influencia clave en el Ejecutivo y el Congreso ante la presión de la esposa del presidente y las tensiones con el peronismo.
Perfil bajo, estrategia alta
Santiago Caputo, secretario de Finanzas desde diciembre 2023, ha reconocido públicamente que su estilo de gestión se basa en la discreción y en evitar protagonismos mediáticos. Junto a su bloque legislativo, Las Fuerzas del Cielo, mantiene una presencia moderada en los debates públicos, pero trabaja intensamente en la agenda económica del gobierno.
Conflicto interno: Karina Milei vs. Caputo
Karina Milei, esposa del presidente Javier Milei, ha intentado incidir en la toma de decisiones del gabinete, generando una percibida “guerra” interna que ha sido cubierta por los medios. Según fuentes del círculo cercano, Caputo y su equipo buscan limitar la influencia de Karina para proteger la estabilidad de las políticas macroeconómicas.
Alianzas y negociaciones con el peronismo
Mientras tanto, la diputada Agustina Villarruel (Frente de Todos) ha iniciado conversaciones de pacto con sectores peronistas, buscando contrarrestar la creciente concentración de poder en la coalición de Milei. Estas negociaciones señalan un intento de equilibrar la balanza política y evitar la radicalización del Congreso.
Advertencias y posibles rupturas
Caputo ha declarado que, de intensificarse el enfrentamiento con Karina Milei, podría considerar una renuncia o distanciamiento del proyecto actual, indicando que “el día que me pelee con Karina, me voy”. La declaratoria subraya la fragilidad de la cohesión interna del gobierno.
Perspectivas futuras
El bloque Las Fuerzas del Cielo, a pesar de su bajo perfil, sigue siendo un actor crucial para la aprobación de reformas económicas. Su capacidad para retener espacios de poder dependerá de la negociación con la oposición, la gestión de los conflictos internos y la capacidad de Caputo para mantener la disciplina fiscal.
En síntesis, la política argentina vive un momento de tensión donde discreción y estrategia van de la mano para mantener la gobernabilidad en un escenario cada vez más polarizado.