En medio de su visita al Líbano, el pontífice reafirma su llamado a la paz y la convivencia religiosa, mientras miles de cristianos continúan abandonando países del Oriente Medio ante la creciente violencia y falta de alternativas, según datos de la ONU y organizaciones humanitarias.
Visita papal al Líbano: un mensaje de reconciliación
El Papa Francisco llegó a Beirut para reunirse con autoridades libanesas y comunidades locales, celebrando misas en la basílica de San Marcos y rezando en la tumba del santo Marón, considerado patrón de los cristianos del Líbano. Durante sus palabras, enfatizó la necesidad de “utilizar el don del tiempo para soñar con la paz” y pidió a los jóvenes que sean constructores de un futuro sin violencia.
Contexto de la visita
El Líbano vive una profunda crisis económica y política, agravada desde 2019 por la recesión y la explosión del puerto de Beirut en 2020. La población cristiana, históricamente parte esencial del mosaico religioso del país, enfrenta inseguridad y emigración masiva.
La huida de cristianos de Oriente Medio
Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), más de 1,5 millones de cristianos han sido desplazados desde 2011 en Siria, Irak, Egipto y Palestina. En 2024, se registró un aumento del 12 % en solicitudes de asilo de cristianos en Europa, impulsado por la inestabilidad en la región.
Organizaciones como la Open Doors Report revelan que 2024 fue el año con mayor persecución cristiana en la historia moderna, con ataques a iglesias, secuestros y discriminación laboral.
El llamado del Papa a la convivencia
Durante su discurso en el Líbano, el pontífice denunció a quienes “especulan sin escrúpulos” con la desesperación de los que no tienen alternativas, subrayando la necesidad de un diálogo interreligioso y la creación de oportunidades económicas para impedir la emigración.
El Papa también recordó la historia del Líbano como “tierra de coexistencia” y urgió a los gobiernos a proteger a las minorías y garantizar la libertad religiosa.
¿Qué significa para la región?
La visita papal sitúa de nuevo la atención internacional sobre la crisis de los cristianos en Oriente Medio. La presión diplomática y la movilización de la sociedad civil podrían traducirse en iniciativas de apoyo humanitario y proyectos de desarrollo que busquen retener a las poblaciones vulnerables.
Mientras tanto, la comunidad cristiana sigue enfrentando decisiones difíciles: permanecer en sus hogares ante la incertidumbre o buscar refugio en lugares más seguros.