El proyecto de presupuesto para 2026 incluye importantes recortes en el rubro de salud, poniendo en riesgo los programas de prevención y tratamiento del VIH, hepatitis virales, infecciones de transmisión sexual (ITS) y tuberculosis. ONG, expertos y representantes políticos advierten sobre el impacto social y sanitario de estas medidas.
Contexto del ajuste presupuestario
El Gobierno presentó el proyecto de presupuesto para el año 2026 que, según diversas organizaciones de la sociedad civil, contempla reducciones significativas en la partida destinada a salud pública. Estas disminuciones afectan directamente los programas dedicados a la prevención, diagnóstico y tratamiento del VIH, hepatitis virales, infecciones de transmisión sexual (ITS) y tuberculosis.
Reacciones de la sociedad civil y políticos
Varias ONG alertaron que los recortes podrían “desmantelar” la respuesta del sistema de salud frente a estas enfermedades, dejando a los pacientes sin acceso a medicamentos esenciales y a la cobertura de pruebas diagnósticas. La organización Perfil destacó que el proyecto de presupuesto 2026 “hace importantes recortes en este rubro de salud”.
En el ámbito político, la diputada Catalina Castillo (Radio Provincia) afirmó que “exigimos la real implementación de nuestra ley, que se ve totalmente vulnerada”, señalando que la falta de recursos compromete los avances logrados en la lucha contra estas patologías.
Impacto en la salud pública
El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) requiere un seguimiento continuo y la disponibilidad de terapia antirretroviral. La hepatitis viral, principalmente los tipos A, B y C, tiene alta carga de morbilidad si no se trata a tiempo. Las ITS, que incluyen clamidia, gonorrea y sífilis, han presentado un aumento alarmante de casos según reportes de Página/12, mientras que la tuberculosis, enfermedad infecciosa respiratoria, sigue siendo una prioridad en zonas vulnerables.
Una disminución en la financiación podría traducirse en menos campañas de prevención, reducción de pruebas de detección gratuitas y retrasos en la entrega de tratamientos, lo que repercutiría directamente en la tasa de contagio y en la mortalidad asociada.
Perspectivas y llamado a la acción
Expertos en salud pública insisten en la necesidad de mantener o incrementar la inversión en estos programas, argumentando que el costo de la inacción supera ampliamente el gasto preventivo. Se solicita a las autoridades revisar el proyecto presupuestario y buscar alternativas de financiación que garanticen la continuidad de los servicios esenciales.