El presidente de Toyota Argentina, Gustavo Salinas, celebró la llegada de compañías chinas al país, pero insistió en que la apertura debe ir acompañada de inversiones reales en la industria local. Además, denunció un impuesto que penaliza el derecho a exportar y anunció planes de expansión para 2026.
Una apertura bienvenida con condiciones claras
Gustavo Salinas, presidente de Toyota Argentina, expresó su satisfacción ante la creciente presencia de empresas chinas en el mercado argentino. “Está buena la apertura y que vengan empresas chinas, pero con proyectos también industriales”, declaró, subrayando que la inversión debe traducirse en fábricas, centros de investigación y generación de empleo.
El gravamen a la exportación como obstáculo
En entrevista con Canal26, Salinas calificó el impuesto a las exportaciones como una medida injusta. “El derecho a las exportaciones es un impuesto que no debería existir”, afirmó, argumentando que tales cargas desincentivan la competitividad de la industria automotriz y reducen la capacidad del país para generar divisas.
Proyección de crecimiento para 2026
Según un informe de Diario Río Negro, Toyota contempla una fase de expansión para 2026. Los planes incluyen la ampliación de la planta de Santa Fe, la incorporación de nuevas líneas de producción y la inversión en tecnología verde, con el objetivo de reforzar la cadena de valor nacional y posicionar a Argentina como un hub regional de fabricación automotriz.
Contexto del sector automotor
La industria automotriz en Argentina ha experimentado una recuperación tras años de incertidumbre económica. La llegada de capital extranjero, especialmente de China, ofrece oportunidades de modernización, pero también plantea retos en términos de transferencia tecnológica y desarrollo de proveedores locales. Las declaraciones de Salinas reflejan la expectativa de un modelo de crecimiento sostenible, donde la apertura comercial se combine con políticas que favorezcan la producción interna.