Expertos financieros alertan que una combinación de expectativas de recorte de tasas por parte de la Fed, la desaceleración de la economía china y la tensión geopolítica podrían empujar al dólar a su fase más débil del año, con repercusiones en los mercados globales y en los precios de commodities.
¿Qué implica el “triple golpe”?
Según un conjunto de análisis publicados por Bloomberg, Ambito, La Nación y otros medios financieros, el dólar estadounidense enfrenta tres riesgos simultáneos que, de consolidarse, podrían provocar una depreciación sostenida durante las próximas semanas.
- Expectativas de recorte de tipos por la Reserva Federal (Fed): los últimos indicadores de inflación y los datos de empleo en EE. UU. muestran una moderación que lleva a los mercados a anticipar una primera reducción de la tasa de interés de referencia antes de lo previsto.
- Desaceleración de la economía china: el crecimiento del PIB chino ha empezado a mostrar signos de enfriamiento, lo que reduce la demanda de dólares para financiar importaciones y plantea incertidumbre sobre el flujo de capitales.
- Tensiones geopolíticas: conflictos emergentes y sanciones comerciales en diferentes regiones del mundo incrementan la aversión al riesgo y favorecen la búsqueda de refugios seguros distintos al dólar.
Impacto inmediato en los mercados
En los últimos tres días (del 1 al 3 de diciembre de 2025) el par EUR/USD registró una caída de aproximadamente el 0,6 % y el USD/JPY retrocedió cerca de un 0,8 %. Estas variaciones, aunque moderadas, marcan la tendencia a la baja más pronunciada del año para la divisa norteamericana.
Factores que acompañan la caída
El calendario económico de EE. UU. tiene en foco los datos de empleo del 5 de diciembre, los cuales podrían confirmar la trayectoria de una política monetaria menos restrictiva. Paralelamente, el activo digital Bitcoin ha experimentado un repunte, atrayendo la atención de inversores que buscan alternativas al dólar.
Recomendaciones de los analistas
Los expertos sugieren mantener una postura cautelosa, diversificar la exposición cambiaria y vigilar de cerca los indicadores macroeconómicos de Estados Unidos y China. Asimismo, recomiendan monitorizar la evolución de los conflictos internacionales que puedan generar volatilidad adicional.
En conclusión, el dolar se encuentra en una encrucijada donde la política monetaria, la salud de la mayor economía emergente y los escenarios geopolíticos confluyen para dictar su rumbo. La atención del mercado estará centrada en los próximos informes de empleo y en cualquier señal de política de la Fed, mientras los operadores ajustan sus estrategias frente a un entorno cada vez más incierto.