El día 12 de junio de 2025 el equipo argentino de rugby quedó en la misma zona que los gigantes All Blacks y Wallabies. La noticia encendió su grupo de WhatsApp, generó alertas de Dan Carter y análisis de Contepomi, y despertó debate sobre la dificultad del grupo para el Mundial en Australia.
El sorteo que encendió la conversación
El 12 de junio de 2025 se realizó el sorteo oficial del Rugby World Cup 2027, que tendrá lugar en Australia. Los Pumas, conocidos como Los Cóndores, fueron ubicados en la zona que también incluye a los All Blacks de Nueva Zelanda y a los Wallabies de Australia.
El anuncio provocó que el grupo de WhatsApp de jugadores, cuerpo técnico y dirigentes “explotara” con mensajes de camaradería, análisis táctico y, sobre todo, una clara preocupación por la magnitud del desafío.
Reacción de los protagonistas
Varios referentes del rugby ofrecieron sus opiniones. Dan Carter, leyenda neozelandesa, advirtió a los Pumas que “el margen de error será mínimo” y señaló la necesidad de jugar un rugby agresivo y disciplinado para intentar la victoria.
Por su parte, el expupil de los Pumas Felipe Contepomi recordó encuentros históricos: aunque Argentina ha logrado victorias ocasionales contra ambos rivales, la balanza histórica sigue favoreciendo a los All Blacks y a los Wallabies.
¿Qué tan difícil es este grupo?
Analistas de medios como Infobae y Olé han comparado la zona con otras del pasado. Algunos la califican como la “más fácil” que les ha tocado en los 11 mundiales disputados, mientras que otros subrayan el historial desfavorable de los Pumas frente a Nueva Zelanda y Australia.
En términos de trayectoria, los Pumas necesitarán terminar entre los dos primeros del grupo para avanzar a cuartos de final, donde podrían enfrentar a un rival de la zona B. El camino a la final implica superar a ambos gigantes en la fase de grupos y, potencialmente, a equipos como Inglaterra o Francia en la segunda ronda.
Contexto del torneo
El Rugby World Cup 2027 reunirá a 20 selecciones en ocho sedes australianas. Cada zona consta de cinco equipos; los dos mejores pasan a la fase de eliminación directa.
Este escenario plantea una oportunidad para que Argentina demuestre su crecimiento bajo la dirección de Javier Retes y el liderazgo de sus capitanes, mientras busca consolidar un estilo de juego capaz de rivalizar con los tradicionales potencias del hemisferio sur.