Un micrófono dejado encendido en la sesión de juramentación de los nuevos diputados el 3 de diciembre de 2025 capturó declaraciones inapropiadas, entre ellas un comentario sobre la “peruca” de una compañera y un exabrupto hacia la diputada Cecilia Moreau, desatando críticas y pedidos de sanción en la política nacional.
El incidente y sus protagonistas
Durante la ceremonia de juramentación celebrada el 3 de diciembre de 2025, el micrófono abierto de la Sala de Homenajes quedó sin supervisar, registrando frases que escaparon al protocolo oficial. Entre los discursos se escuchó al diputado radical que presidía la sesión exclamando: “Che, pero qué buena que está la peruca“, generando inmediata polémica por el tono sexista del comentario.
En otro momento, el diputado Gerardo Cipolini dirigió un comentario a la diputada Cecilia Moreau, diciendo “Qué buena que está“, una frase que fue interpretada como un aluvión de comentarios despectivos hacia la parlamentaria.
¿Qué es un micrófono abierto?
En la Cámara de Diputados de la Nación, el micrófono abierto sirve para que los legisladores expresen sus opiniones sin interrupciones técnicas. Cuando el dispositivo queda sin control, cualquier comentario, incluso fuera del discurso formal, se transmite en vivo y queda registrado en los medios, como ocurrió en este caso.
Repercusiones y reacciones
Los videos del audio se viralizaron rápidamente en redes sociales, provocando fuertes críticas de organizaciones feministas y de la ciudadanía. Los Presidentes de bloque y la presidencia de la Cámara solicitaron una revisión de los protocolos de sonido y anunciaron la apertura de una comisión para evaluar posibles sanciones a los legisladores involucrados.
Por su parte, la diputada Moreau emitió un comunicado donde denunció los “comentarios irrespetuosos y sexistas” y pidió que se garantice un ambiente de respeto dentro de los espacios legislativos.
Contexto institucional
Este tipo de incidentes recuerda episodios anteriores en los que micrófonos sin supervisar dejaron al descubierto conversaciones privadas de los parlamentarios, poniendo de relieve la necesidad de reforzar las normas de conducta y la disciplina interna del Congreso.