Ir al contenido
Portada » Dolor de cabeza, parálisis y otros signos de alerta de un ACV

Dolor de cabeza, parálisis y otros signos de alerta de un ACV

Un accidente cerebrovascular (ACV) puede manifestarse con síntomas repentinos y peligrosos como dolor de cabeza intenso, debilidad unilateral y dificultad para hablar. Conocer estas señales y actuar de inmediato es crucial para garantizar una atención médica eficaz y salvar vidas.

Síntomas críticos del ACV

El ACV, conocido también como accidente cerebrovascular o derrame cerebral, se presenta de forma súbita y requiere una respuesta rápida. Los signos más alarmantes incluyen:

  • Dolor de cabeza explosivo que aparece de forma inesperada y severa.
  • Parálisis o debilidad en un lado del cuerpo, generalmente rostro, brazo y pierna.
  • Dificultad para hablar o comprensión del lenguaje (abanicación).
  • Visión borrosa o pérdida parcial en uno o ambos ojos.
  • Pérdida de equilibrio, mareos y sensación de desorientación.

¿Qué hacer ante una sospecha de ACV?

El tiempo es el factor determinante. Siguiendo el protocolo FAST (Face, Arms, Speech, Time) se puede identificar rápidamente la urgencia:

  1. Face: observar si un lado de la cara está caído.
  2. Arms: comprobar si uno de los brazos no puede levantarse o se queda bajo.
  3. Speech: notar dificultad para articular palabras o habla incoherente.
  4. Time: llamar al 911 de inmediato; cada minuto perdido disminuye las posibilidades de recuperación.

El tratamiento con trombolíticos es eficaz si se inicia dentro de las 3 a 4,5 horas desde el inicio de los síntomas.

Prevención y factores de riesgo

Adoptar hábitos saludables reduce significativamente la probabilidad de sufrir un ACV:

  • Controlar la hipertensión arterial, principal factor de riesgo.
  • Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
  • Mantener niveles adecuados de colesterol y glucosa mediante dieta y ejercicio.
  • Realizar actividad física regular y mantener un peso corporal saludable.

Estar atento a los síntomas y actuar sin demora puede marcar la diferencia entre la recuperación completa y secuelas graves.