Un panel de economistas argentinos asegura que el tipo de cambio oficial se mantendrá dentro de los límites de la banda cambiaria durante, como mínimo, los próximos doce meses. La proyección, publicada por La Nación, se apoya en datos del mercado y en la expectativa de inflación que, según varios analistas, seguirá alta pero bajo control relativo, mientras el crecimiento del PIB podría rondar el 4,4% anual.
Contexto del régimen cambiario en Argentina
Desde 2015, Argentina adopta un sistema de bandas cambiarias que fija un límite máximo y mínimo al valor del dólar respecto al peso. La medida busca contener la volatilidad del mercado y evitar devaluaciones bruscas que impacten la economía. El rango actual se ha mantenido estable en los últimos meses, aunque la presión inflacionaria sigue siendo un factor de riesgo.
Pronóstico de los economistas
Según el artículo de La Nación, un grupo de economistas del sector privado y académico coincide en que el dólar debería permanecer dentro de la banda establecida por al menos un año. El consenso se basa en la continuidad de la política cambiaria del gobierno y en la ausencia de choques externos que puedan desestabilizar la cotización.
Perspectivas de inflación y crecimiento para 2026
Otros informes consultados, como los de Infobae y Clarín, proyectan que la inflación en 2026 seguirá siendo alta, superando el 100% anual, aunque se espera una moderación respecto a los niveles de 2024‑2025. Además, el organismo de estadísticas estima un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 4,4 % para todo el año 2025, lo que podría sentar una base más sólida para la estabilidad cambiaria.
Qué implica para la ciudadanía y los negocios
Una dolarización contenida dentro de la banda brinda certeza a empresas que planifican sus inversiones y a consumidores que buscan previsibilidad en precios de bienes importados. Sin embargo, la alta inflación implica que los salarios reales seguirán bajo presión, lo que requerirá medidas complementarias del gobierno para proteger el poder adquisitivo.
Conclusiones de los analistas
En conjunto, la visión de los economistas es optimista respecto al tipo de cambio, pero cautelosa en relación a la inflación. Mantener la banda durante al menos un año permitiría al Banco Central concentrarse en otras variables macroeconómicas, como la credibilidad fiscal y la estabilización de precios.