La NASA anunció que el asteroide Bennu, objetivo de la misión OSIRIS‑REx, alberga una variedad de moléculas esenciales para la vida, entre ellas aminoácidos, nucleobases y azúcares. El hallazgo, basado en el análisis de muestras traídas a la Tierra en 2023, refuerza la teoría de que los componentes básicos de la vida llegaron a nuestro planeta desde el espacio.
Descubrimiento
El 30 de noviembre de 2025 la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) informó que los análisis químicos de las muestras recogidas del asteroide Bennu en 2020 y retornadas a la Tierra en septiembre de 2023 revelaron la presencia de una serie de moléculas que se consideran fundamentales para la biología tal como la conocemos.
Qué moléculas se detectaron
Entre los compuestos identificados destacan varios aminoácidos como glicina y alanina, nucleobases como uracilo, azúcares simples (ribosa y glucosa) y compuestos aromáticos como el triptófano. Todos estos hallazgos fueron confirmados por equipos de la Johnson Space Center y laboratorios colaborativos de la Universidad de Arizona, el Instituto Max Planck y la Universidad de Cambridge.
Importancia para el origen de la vida
Los aminoácidos son los bloques constructores de las proteínas, mientras que las nucleobases forman parte del ADN y del ARN, los portadores de la información genética. La detección simultánea de azúcares y bases nitrogenadas sugiere que los precursores de los nucleótidos podrían haberse formado en el mismo entorno espacial, reforzando la hipótesis de que la vida pudo haber surgido a partir de materia entregada por asteroides y cometas durante la etapa temprana del Sistema Solar.
Contexto de investigaciones previas
Este no es el primer hallazgo de compuestos orgánicos en cuerpos menores. La misión Rosetta de la ESA detectó moléculas simples en el cometa 67P/Churyumov‑Gerasimenko, y misiones anteriores a asteroides como Itokawa ya habían reportado presencia de compuestos carbonados. Sin embargo, Bennu es el primer objeto del que se dispone de una muestra física que contiene simultáneamente aminoácidos, nucleobases y azúcares, lo que eleva la relevancia del descubrimiento.
Próximos pasos
Los científicos planean continuar con análisis isotópicos y espectroscópicos para determinar el origen exacto de estas moléculas y evaluar si sus firmas químicas coinciden con las de los primeros compuestos encontrados en la Tierra primitiva. Los resultados podrían influir en futuras misiones a asteroides potencialmente ricos en organ‑ ícos, como el próximo proyecto NASA‑ESA “Psyche”.