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La tecnología de infrasonido: apagar incendios sin usar agua

Una innovadora técnica basada en ondas sonoras de baja frecuencia promete combatir incendios sin necesidad de agua. Conocida como infrasonido, esta tecnología podría transformar la forma en que se gestionan los siniestros forestales e industriales, reduciendo el consumo de recursos y el daño ambiental.

¿Qué es el infrasonido?

El infrasonido son ondas sonoras con frecuencias inferiores a los 20 Hz, por debajo del rango audible para el oído humano. Estas vibraciones pueden generar movimientos en el aire y en materiales, alterando procesos físicos como la combustión.

¿Cómo puede extinguir un incendio?

Según el artículo de Infobae, la aplicación de infrasonido sobre una llama produce una perturbación en la zona de combustión que impide la continuidad de la reacción química. Al generar micro‑ciclos de presión y expansión, se interrumpe el suministro de oxígeno y se enfría la zona crítica, logrando apagar el fuego sin necesidad de lanzar agua.

Ventajas frente a los métodos tradicionales

  • Conservación de recursos hídricos: en áreas donde el agua escasea, la técnica ofrece una alternativa viable.
  • Menor daño estructural: al no aplicar chorros de alta presión, se protege la integridad de edificaciones y equipos.
  • Aplicación remota: equipos portátiles pueden generar infrasonido a distancia, facilitando la intervención en zonas de difícil acceso.

Estado actual y desafíos

La tecnología se encuentra en fase experimental y ha sido probada en entornos controlados por equipos de investigación. Los resultados preliminares son prometedores, aunque aún se deben superar obstáculos como la difusión eficaz en incendios de gran escala y la calibración de frecuencias para distintos tipos de combustible.

Perspectivas de futuro

Si las pruebas continúan con éxito, el infrasonido podría integrarse en la normativa de gestión de emergencias, ofreciendo una herramienta complementaria a los sistemas de extinción tradicionales. Además, su uso potencial se extiende a la prevención de explosiones industriales y al control de humos tóxicos.