El Executive Power dio de baja el programa de apoyo a proyectos de investigación que funcionó desde 2018 y anunció la creación de una nueva convocatoria, con mayor cobertura y recursos, que entrará en vigor en 2026. La medida genera expectativa y preocupación entre la comunidad académica y empresarial.
Antecedentes del programa cancelado
Desde 2018 el gobierno argentino implementó el Programa Nacional de Financiamiento a la Investigación y el Desarrollo (PNFID), destinado a apoyar a investigadores, universidades y empresas que desarrollan proyectos de ciencia y tecnología. En sus ocho años de vigencia destinó aproximadamente US$ 450 millones en subsidios, impulsando más de 1.200 proyectos en áreas como biotecnología, energías renovables y desarrollo de materiales.
Baja del programa
El 9 de diciembre de 2025 se publicó en el Boletín Oficial la resolución que declara la extinción del PNFID a partir del 1 de enero de 2026. La decisión se justificó por la necesidad de reconfigurar el modelo de financiamiento para hacerlo más competitivo y alineado con los planes de desarrollo del país. Según el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el programa presentaba deficiencias en la distribución de los recursos y limitaba la participación de pequeñas y medianas empresas.
Nuevo esquema de financiamiento para 2026
En sustitución, el Ejecutivo anunció el Programa de Impulso a la Investigación Estratégica (PIIE), cuya convocatoria abrirá en el segundo semestre de 2026. El PIIE contará con un presupuesto inicial de US$ 300 millones, será gestionado directamente por el Ministerio y priorizará los siguientes criterios:
- Proyectos con alto potencial de generación de valor económico.
- Cooperación público‑privada y alianzas internacionales.
- Inclusión de instituciones regionales y de investigación aplicada.
Además, el nuevo programa ofrecerá instrumentos de financiación flexible, como préstamos convertibles y fondos de capital riesgo para startups científicas.
Reacciones de la comunidad científica
El anuncio ha generado divergencias. La Confederación de Universidades del Río de la Plata (CUNR) y el Consejo Interuniversitario de Ciencia (CIC) felicitaron la intención de modernizar el esquema, pero pidieron garantías de continuidad y transparencia. Por su parte, el CONICET lanzó un plan de movilización para proteger los proyectos en curso y exigir que los recursos pendientes sean honrados antes de la fecha de cierre.
En el debate público, expertos enfatizan que la transición debe evitar la pérdida de capital humano y la interrupción de investigaciones críticas, especialmente en áreas de salud y cambio climático.