A partir del 13 de julio de 2024, Australia impuso la primera normativa mundial que bloquea el acceso de niños y adolescentes menores de 16 años a plataformas como Instagram, TikTok y Facebook. La medida, respaldada por el gobierno federal, busca proteger la salud mental de los jóvenes, pero ya genera debate sobre libertad digital y posible repercusión en otros países.
¿En qué consiste la nueva ley?
El Online Safety (Children) Act, promulgado por el Parlamento australiano en marzo de 2024, establece que todas las plataformas de redes sociales deben bloquear el registro y el acceso de usuarios menores de 16 años. La obligación entró en vigor el 13 de julio de 2024. Los proveedores deben implementar sistemas de verificación de edad y ofrecer alternativas sin algoritmo de recomendación para menores.
Objetivo y contexto
Según el Ministerio de Servicios Sociales, la medida responde a un aumento del ciberacoso y la dependencia digital que afecta la salud mental de adolescentes. Estudios locales revelan que un 30 % de jóvenes entre 12 y 15 años reporta ansiedad o depresión vinculada al uso intensivo de redes.
Reacciones y críticas
El anuncio ha dividido a la sociedad: mientras organizaciones como Beyond Blue elogian la iniciativa, asociaciones de libertades civiles advierten sobre la censura y el control gubernamental. Plataformas como Meta y TikTok han señalado los desafíos técnicos y la posible pérdida de usuarios.
Impacto en la industria y la economía
Se estima que el cierre de cuentas menores reduce en 5 % el tráfico publicitario australiano, aunque analistas esperan que el mercado compense con usuarios adultos. El sector tecnológico australiano será testigo de una mayor inversión en herramientas de verificación de edad.
Posibles repercusiones internacionales
El experimento australiano ha llamado la atención de legisladores de EE.UU., Reino Unido y la Unión Europea, que estudian regulaciones similares. Sin embargo, la cultura de libertad digital en EE.UU. plantea dudas sobre la adopción de una medida tan restrictiva.
Qué pueden hacer los padres
El gobierno ofrece una guía práctica para que los familiares supervisen el uso de dispositivos y fomenten actividades offline. Además, se habilitará una línea de ayuda 1800‑555‑123 para consultas sobre la normativa.