Un estudio internacional ha descubierto que la aparición del oxígeno en la atmósfera, hace más de dos mil millones de años, desencadenó una profunda oxidación de los mares primitivos, alterando su química y sentando las bases para la evolución de la vida compleja.
Contexto geológico
Hace aproximadamente 2.000 millones de años, la Tierra experimentó la denominada Gran Oxidación, el primer aumento significativo del oxígeno libre en la atmósfera. Hasta entonces, el planeta estaba dominado por gases como metano y amoníaco, y los océanos presentaban una química fuertemente reductora.
Nuevo hallazgo
Investigadores de varias universidades y centros de investigación analizaron muestras de rocas sedimentarias de más de 2.400 millones de años de edad, procedentes de formaciones de rocas verdes y areniscas locales. Mediante técnicas de isótopos de hierro y manganeso, detectaron señales de oxidación que coinciden temporalmente con la aparición del oxígeno atmosférico.
Los resultados demuestran que, una vez liberado el oxígeno, los mares comenzaron a recibir oxígeno disuelto, lo que provocó la oxidación de minerales como el hierro y el manganeso. Este proceso alteró la disponibilidad de nutrientes y modificó los ciclos biogeoquímicos, creando nichos ecológicos propicios para la aparición de organismos más complejos.
Implicancias para la evolución
La oxidación de los océanos habría favorecido la proliferación de eucariotas, los antepasados de plantas, animales y hongos. Además, la aparición de depósitos de hierro ferruginoso (las famosas formaciones de hierro bandado) se explica como un subproducto de esta transición química.
Definiciones clave
- Oxígeno atmosférico: Gas O₂ presente en la atmósfera, que a partir de la Gran Oxidación alcanzó concentraciones suficientes para impactar la química oceánica.
- Oxidación: Reacción química que ocurre cuando una sustancia pierde electrones, en este caso el hierro y el manganeso que pasan de estados ferrosos a ferricos.
- Eucariotas: Organismos cuyas células poseen núcleo diferenciado y organelos membranosos, un paso evolutivo crucial después de la Gran Oxidación.
Conclusión
Este descubrimiento refuerza la idea de que el oxígeno no solo transformó la atmósfera, sino que también remodeló los océanos primitivos, abriendo una ruta evolutiva que culminó en la biodiversidad actual.