El gobierno argentino confía en que la reforma laboral sea aprobada antes de que finalice diciembre, pero la unidad del oficialismo se tambalea. Los debates en el Congreso se intensifican mientras surgen sospechas de una fractura interna entre los sectores más moderados y los libertarios liderados por el presidente Milei.
Antecedentes y objetivo del proyecto
Desde noviembre de 2025 el ejecutivo, encabezado por el presidente Javier Milei, presentó al Congreso una reforma laboral cuyo fin es modernizar el mercado de trabajo argentino. La iniciativa busca flexibilizar los contratos, reducir la carga de las negociaciones colectivas y simplificar los despidos, con la expectativa de incentivar la generación de empleo.
Contenido principal de la reforma
Entre los cambios propuestos destacan la introducción de contratos de duración determinada con mayor facilidad, la disminución de la obligatoriedad de la negociación colectiva en sectores con alta rotación y la posibilidad de pactar jornadas parciales sin la necesidad de autorizaciones previas del Ministerio de Trabajo. Asimismo, se plantea la creación de un registro digital de contratos para mayor transparencia.
Perspectiva política y apoyo parlamentario
El oficialismo, que reúne al Frente de Todos y a diputados alineados con la agenda de Milei, ha manifestado su intención de cerrar el proceso legislativo antes del 31 de diciembre de 2025. Según fuentes dentro del bloque oficialista, la mayor parte de los diputados están dispuestos a aprobar el proyecto siempre que se mantenga la cohesión interna.
Tensiones y sospechas dentro del oficialismo
No obstante, en los últimos días han surgido rumores de una fractura interna. Algunos legisladores del ala más moderada del oficialismo temen que la reforma pueda erosionar derechos laborales básicos, mientras que los libertarios presionan por una aprobación sin modificaciones. Estas divergencias han generado reuniones de emergencia y la publicación de opiniones críticas en medios como La Nación y Cenital, aumentando la incertidumbre sobre la votación final.
Reacciones de la oposición y la sociedad civil
Los partidos opositores y los sindicatos han denunciado la reforma como un retroceso en derechos de los trabajadores y han anunciado movilizaciones para bloquear su paso en el Parlamento. Organizaciones de la sociedad civil también han exigido mayor debate público.
Próximos pasos
El Congreso tiene programada la discusión del proyecto en la segunda semana de diciembre, con la posibilidad de una votación final antes de la clausura de la sesión legislativa. La unidad del oficialismo será clave para lograr la aprobación o, en su defecto, la reforma podría quedar pendiente para el próximo año.