José Antonio Kast, recién proclamado presidente electo de Chile, pronunció su primer discurso nacional el 12 de diciembre, enfatizando que la reciente declaración de emergencia no equivale a un régimen autoritario y prometiendo una gestión basada en la libertad y la reconstrucción del país.
Primer discurso del presidente electo
El día 12 de diciembre de 2025, José Antonio Kast tomó la palabra ante una audiencia televisada y cientos de miles de espectadores en línea, después de ser proclamado presidente electo tras la segunda vuelta de las elecciones celebrada a principios de diciembre.
Claridad sobre la emergencia
Kast subrayó que la declaración de estado de emergencia –activada por el gobierno anterior para enfrentar la oleada de protestas y la creciente inseguridad – no constituye un paso hacia el autoritarismo. Definió el estado de emergencia como un marco jurídico que permite acciones temporales y limitadas para proteger la vida y el orden público, sin suspender los derechos fundamentales.
Compromiso con la libertad y la reconstrucción
El candidato de la derecha radical prometió “dejar la vida” para “reconstruir” Chile, refiriéndose a la necesidad de una profunda reforma económica y social, basada en la iniciativa privada, la reducción de la carga tributaria y la promoción del empleo. Destacó que su gobierno buscará fortalecer las instituciones democráticas y garantizar la seguridad ciudadana sin incurrir en medidas represivas.
Contexto regional
La victoria de Kast marca un giro histórico en la política sudamericana, al sumar otro gobierno de extrema derecha a la región, junto a figuras como Javier Milei en Argentina. Analistas de La Nación y BBC señalan que este fenómeno refleja una creciente demanda de cambios estructurales frente a la insatisfacción popular.
Reacción y expectativas
Partidos opositores han llamado a la vigilancia y a la defensa de los derechos civiles, mientras que sectores empresariales aplauden la promesa de estabilidad económica. Kast concluyó su intervención invitando a la unidad nacional y a un “nuevo comienzo” para Chile, bajo un gobierno que, según él, respetará los principios democráticos y la Constitución.