El pasado 11 de diciembre, Shakira encendió el Estadio Mario Alberto Kempes con una actuación que la describen como “loba feroz e insaciable”. Al mismo tiempo, la policía detuvo a varios vendedores informales, conocidos como “naranjitas”, y la Defensa del Consumidor solicitó informes sobre los ingresos de estos puestos durante el concierto.
Un espectáculo que marcó la ciudad
El concierto de Shakira, parte de su gira mundial 2025, se llevó a cabo el 11 de diciembre de 2025 en el Estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba. La artista, de 48 años, ofreció un show de aproximadamente dos horas y media, combinando sus mayores éxitos con nuevas versiones de temazos latinos. La prensa local califica su puesta en escena como “loba feroz e insaciable, a la que todo le queda bien”, resaltando su energía, coreografías y la interacción con el público.
Detenciones de vendedores ambulantes
Durante la previa del recital, la policía de la provincia de Córdoba detuvo a dos personas que se desempeñaban como “naranjitas”, término coloquial para referirse a vendedores informales que venden productos en la vía pública, como alimentos y objetos de consumo. En una segunda acción, otro “naranjita” fue detenido dentro del recinto del estadio; según el medio Vía País, el individuo cobraba alrededor de AR$ 12.500 por la venta de productos varios durante el evento.
Defensa del Consumidor solicita información
El organismo de Defensa del Consumidor declaró que abrirá una investigación para determinar si los vendedores cumplieron con la normativa vigente y si se respetaron los precios máximos autorizados. La entidad exige a la empresa productora del concierto y a la municipalidad de Córdoba que entreguen informes detallados sobre la cantidad de puestos autorizados, el control de precios y la recaudación generada por los vendedores.
Contexto y repercusión económica
El concierto de Shakira reunió a más de 45.000 espectadores, lo que representó un impulso significativo para la economía local: hoteles, restaurantes y comercios reportaron aumentos de entre el 15% y el 30% en sus ventas durante la semana del evento. Sin embargo, la presencia de vendedores informales generó debate sobre la regulación del comercio ambulante en eventos masivos.
Conclusión
Mientras la ciudad celebra la exitosa visita de una de las artistas más influyentes del mundo, las autoridades continúan trabajando para garantizar el orden y la legalidad en la comercialización durante grandes concentraciones de público. El caso de los “naranjitas” del concierto de Shakira será seguido de cerca por los medios y la comunidad, en busca de un equilibrio entre la economía informal y la normativa pública.