El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillov, se reunió con el mandatario de Formosa, Gildo Insfrán, firmó un acuerdo de colaboración y lanzó duras críticas contra el presidente Javier Milei, acusándolo de abandonar a los pueblos argentinos.
Encuentro entre Kicillof e Insfrán
El lunes 9 de diciembre de 2025, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof (54 años), viajó a Formosa para reunirse con Gildo Insfrán (74 años), titular de la provincia desde 1999, quien fue descrito por Kicillof como “un maestro”. Durante la visita, ambos mandatarios firmaron un acuerdo de colaboración que contempla el intercambio de recursos técnicos, la coordinación en políticas de salud y educación, y la puesta en marcha de proyectos productivos conjuntos.
Críticas al gobierno nacional
Al concluir la reunión, Kicillof dirigió una fuerte crítica a Javier Milei, presidente de la Nación, señalando que su política de ajuste fiscal y la priorización de recortes en los presupuestos provinciales han dejado “a los pueblos de la Argentina abandonados”. El gobernador bonaerense recordó que las provincias son esenciales para la articulación del modelo federal y demandó una mayor distribución de recursos.
Recorrido por la infraestructura formoseña
Después de la firma del pacto, Kicillof visitó el CEMENURK (Centro de Estudios y Monitoreo de la Región K), el Politécnico Formosa y la Planta de Biosiderurgia, destacando el potencial productivo de la provincia y la necesidad de fortalecer la industria verde.
Contexto político y económico
El presidente Milei, electo en 2023, impulsó una agenda liberal que incluye la reducción del gasto público, la eliminación de subsidios y la apertura de la economía. Estas medidas han generado tensiones con gobiernos provinciales que dependen de transferencias federales para financiar salud, educación y obras de infraestructura.
Perspectivas
El pacto entre Buenos Aires y Formosa marca una “caja de herramientas” de cooperación interprovincial que podría servir de modelo para otras jurisdicciones. Al mismo tiempo, las declaraciones de Kicillof añaden presión al Ejecutivo nacional, que deberá equilibrar sus reformas con la necesidad de mantener la cohesión del país.