En una nueva operación naval, fuerzas estadounidenses intervinieron en el Pacífico Oriental, neutralizando tres embarcaciones sospechosas de tráfico de cocaína y ocasionando la muerte de ocho personas. El ataque, descrito como “cinético”, muestra la intensificación de la lucha contra el narcotráfico en aguas internacionales.
Operación y resultados
El pasado fin de semana, unidades de la Marina y la Guardia Costera de EE UU llevaron a cabo una acción coordinada en el Pacífico Oriental. Según los reportes oficiales, se identificaron tres embarcaciones de tipo lancha rápida, conocidas como “narcolanchas”, que se sospecha transportaban cargamentos de cocaína procedente de Asia y Sudamérica.
Durante el enfrentamiento, los buques estadounidenses emplearon un ataque “cinético”, que consiste en el lanzamiento de proyectiles guiados de alta velocidad sin detonación nuclear, con el objetivo de destruir la nave sin provocar una explosión de la carga. Las tres lanchas fueron derribadas y hundidas. El saldo final de la acción fue de ocho fallecidos, entre los presuntos traficantes y personal de la embarcación.
¿Qué es una “narcolancha”?
El término se utiliza para describir lanchas rápidas, de poca capacidad, equipadas con motor de alto rendimiento y a menudo modificadas para ocultar compartimentos de carga de drogas. Su velocidad y maniobrabilidad dificultan la detección y el seguimiento por parte de las autoridades.
Contexto del combate al narcotráfico en el Pacífico
El Pacífico Oriental ha emergido como una ruta alternativa para los cárteles que buscan evitar los estrechos patrullados del Caribe y del Golfo de México. En los últimos dos años, EE UU ha intensificado su presencia mediante patrullas conjuntas con países de la región, uso de aviones de vigilancia y despliegue de buques de guerra equipados con tecnología de detección de embarcaciones sospechosas.
Esta última acción se suma a una serie de incidentes reportados por medios como Infobae, CNN en Español, La Voz del Interior y Clarín, donde se ha señalado la destrucción de al menos otras cuatro narcolanchas en los últimos meses.
Repercusiones internacionales
Las autoridades colombianas han manifestado su apoyo a la iniciativa, aunque también han pedido un mayor intercambio de información para evitar que el tráfico se desplace a otras rutas. Por su parte, organizaciones defensoras de derechos humanos recalaron la necesidad de separar a los traficantes de los civiles que pudieran estar a bordo.
El Departamento de Defensa de EE UU reiteró su compromiso de seguir operando en aguas internacionales bajo el marco de la convención de las Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes, con el objetivo de disminuir la oferta de drogas en el continente americano.