En noviembre 2025 la producción industrial de Argentina cayó un 6,1 % respecto al mismo mes del año pasado, la mayor caída interanual en 16 meses según la consultora FIEL. El descenso refleja la profunda brusquedad del sector frente a la combinación de alta inflación, tipo de cambio y menor demanda interna y externa.
Contexto y datos clave
Según el indicador privado de actividad industrial publicado por FIEL (consultora especializada en métricas de la industria manufacturera), la producción industrial argentina registró en noviembre de 2025 una caída interanual del 6,1 %. Este retroceso constituye la mayor disminución en el comparativo año contra año en los últimos 16 meses, superando la caída observada en julio de 2024.
¿Qué mide este indicador?
El índice de actividad industrial de FIEL combina variables como el nivel de producción, ocupación laboral, consumo de energía y ventas del sector manufacturero. Es un referente para analistas, bancos y el gobierno al reflejar la salud de la economía real.
Pronósticos y reacciones
Los analistas de la Cámara Argentina de la Industria del Software (CAIA) y del Ministerio de Producción advierten que la tendencia a la baja podría extenderse si persisten las presiones inflacionarias y la escasez de insumos. Sin embargo, algunos economistas señalan que noviembre mostró una leve “repunte” respecto a octubre, aunque insuficiente para revertir la caída acumulada del año.
Comparación con otras fuentes
El medio Infobae también reportó una caída del 6,1 % interanual, confirmando la cifra de FIEL. Por otro lado, BAE Negocios destacó que, a nivel anual, la industria perdió terreno considerablemente, pese a un modesto mejoramiento mensual.
Implicancias para la economía
Una contracción sostenida de la industria afecta directamente al empleo y al Producto Interno Bruto (PIB). El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) prevé que la caída del sector pueda reducir la proyección de crecimiento del PIB nacional para 2025 en entre 0,3 % y 0,5 %.
¿Qué se espera para diciembre y 2026?
Los pronósticos apuntan a una posible estabilización en diciembre si el gobierno mantiene medidas de estabilización de precios y facilidades de crédito. No obstante, la evolución dependerá de variables externas como la demanda de materias primas y la evolución del tipo de cambio.
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