El presidente argentino Javier Milei, a sus 55 años, evalúa la posibilidad de vetar el Presupuesto 2026 después de que la polémica “picardía” libertaria, incluida en el Capítulo 11, fuese modificada por los diputados, generando un inesperado retroceso político y económico.
Contexto del presupuesto 2026
El Presupuesto Nacional para el ejercicio fiscal 2026 fue presentado por el Gobierno de Javier Milei en junio de 2025, manteniendo la línea de reducción del gasto público y la eliminación de subsidios que caracterizan su gestión. Entre los puntos más controvertidos se encontraba el Capítulo 11, dedicado a la financiación de la educación superior, con un recorte del 2 % en los recursos asignados a universidades públicas.
La picardía libertaria y su fracaso
En una maniobra política catalogada como una “picardía libertaria”, el Ejecutivo buscó aprobar el recorte sin modificar la estructura del presupuesto, confiando en el apoyo de la bancada mayorista. Sin embargo, durante la discusión en la Cámara de Diputados, varios legisladores introdujeron enmiendas que aumentaron el gasto destinado a la educación, revirtiendo así la medida original de Milei.
Reacción del presidente y posibles consecuencias
Ante este inesperado giro, Milei declaró que el presupuesto tal como quedó aprobado “no le sirve” y anunció que está considerando vetar el proyecto antes de que sea promulgado. Un veto permitiría al Ejecutivo presentar una nueva propuesta con los recortes originales, pero también podría generar tensiones con el Congreso y la opinión pública.
Impacto en la política y la economía
El debate sobre el Capítulo 11 refleja la creciente fricción entre el gobierno liberal‑conservador y una bancada legislativa que busca proteger la financiación universitaria. Un posible veto tendría repercusiones en la credibilidad del proyecto económico de Milei y podría afectar la confianza de inversionistas y organismos internacionales.
Próximos pasos
El gobierno tiene hasta el 30 de diciembre de 2025 para ejercer su derecho de veto. Mientras tanto, se espera una intensa negociación entre el Ejecutivo y los diputados para evitar una paralización del proceso presupuestario.