Andrew Shovlin, director de ingeniería de pista de Mercedes, anticipa que la revolución técnica prevista para la temporada 2026 hará que los monoplazas sean menos fiables, lo que podría multiplicar los abandonos y devolver el factor sorpresa a cada Gran Premio.
Un cambio de paradigma para la máxima categoría
El 21 de diciembre de 2025 el ingeniero británico Andrew Shovlin declaró en The Race que la normativa que entrará en vigor en 2026 transformará drásticamente la arquitectura de los coches, haciendo que la fiabilidad sea nuevamente un diferenciador competitivo. Tras dos temporadas con una tasa de abandonos menor al 10,5 %, el nuevo paquete técnico podría revertir esa tendencia.
¿Qué implica el nuevo reglamento?
Los cambios principales son:
- Un motor híbrido V6 que repartirá la generación de energía en un 50 % mecánico y 50 % eléctrico, obligando a los equipos a instalar baterías de mayor capacidad.
- El fin del MGU‑H (unidad de generación de calor) que estuvo activo desde 2014, sustituyéndolo por sistemas completamente nuevos que aún no han sido probados en pista.
- Reducción del peso del monoplaza en aproximadamente 30 kg, aligeramiento de alerones y neumáticos más estrechos, pero manteniendo el diámetro de 18 pulgadas.
- Desaparición del DRS (sistema de reducción de arrastre) y su sustitución por el Modo Adelantamiento, que liberará energía eléctrica adicional en zonas estratégicas del trazado.
Por qué la fiabilidad volverá al centro del escenario
Shovlin explicó que, aunque los equipos fabrican entre 8 000 y 9 000 componentes por coche, la magnitud del rediseño y el corto margen de pruebas (solo nueve días de pretemporada en Barcelona y Bahréin) dificultarán alcanzar la excelencia que caracterizó a los últimos años. «Tendrás más peligro», advirtió, aludiendo a que los fallos mecánicos podrían decidir la clasificación y, en última instancia, el campeón.
Antecedentes históricos
Cuando se introdujeron los motores híbridos turbo V6 de 1,6 L en 2014, la tasa de abandonos se situó en 20,8 %. Con los “efectos suelo” de 2022 la cifra cayó al 16,9 %, y en la era de los coches más anchos de 2017 se disparó al 23 %. Desde entonces, la fiabilidad ha mejorado hasta quedar por debajo del 11 %.
Qué esperar para los aficionados
Los espectadores pueden anticipar carreras con mayor imprevisibilidad: un fallo inesperado en la primera vuelta podría cambiar la clasificación, y los equipos deberán equilibrar velocidad y durabilidad. La promesa de la FIA es que esta “nueva era” revitalizará el espectáculo sin sacrificar la seguridad, con combustibles 100 % sostenibles y un calendario que busca mayor sostenibilidad medioambiental.