En 2025, casi todos los activos registraron ganancias, pero el Ibex 35 se destacó como el índice estrella, venciendo al Bitcoin y dejando en segundo plano a la IA y al oro. Bancos, Iberdrola e Inditex alcanzaron máximos históricos, aunque el próximo año plantea riesgos por valoraciones elevadas y la posible burbuja de la IA.
Un 2025 de ganancias generalizadas
Casi todos los activos financieros mostraron rentabilidades positivas durante 2025, impulsados por condiciones financieras favorables y el auge de la inteligencia artificial (IA). Sin embargo, el desempeño no fue homogéneo: mientras el oro mantuvo su rol de refugio, el Ibex 35 emergió como el líder indiscutido del mercado.
Ibex 35, el índice estrella del año
El Ibex 35, principal índice bursátil español, tuvo su mejor año del siglo. El fuerte impulso de los bancos y los máximos históricos alcanzados por gigantes como Iberdrola e Inditex impulsaron la cotización del índice, convirtiéndolo en la mayor ganancia entre los principales mercados de renta variable.
Bitcoin: de los 100.000 dólares a la meseta
En octubre, el Bitcoin superó la barrera de los 100.000 dólares, generando gran expectativa. No obstante, su tendencia se revirtió y el cripto‑activo quedó estancado, sin conservar el impulso que había mostrado a finales del año anterior.
¿Por qué el oro no lideró?
A diferencia de años anteriores, el oro quedó rezagado frente al Ibex. La razón principal fue la combinación de políticas monetarias más flexibles y la solidez de los beneficios empresariales, que redujeron la necesidad de buscar refugio en el metal precioso.
Riesgos y perspectivas para 2026
Los analistas advierten que el mayor riesgo para el próximo año radica en las elevadas valoraciones de muchos activos, especialmente en sectores vinculados a la IA. Existe la posibilidad de una corrección de mercado o de una “burbuja de la IA” que podría impactar a las principales cotizadas globales. Asimismo, la volatilidad de las criptomonedas y la incertidumbre política añaden capas de complejidad.
Factores estructurales que sustentaron el 2025
- Políticas monetarias flexibles de bancos centrales.
- Beneficios corporativos robustos, particularmente en bancos, energía e indumentaria.
- Mayor inversión en centros de datos e infraestructura de IA.
- Un entorno de consumo estable y mercado laboral sólido.
En suma, el 2025 demostró que la diversificación sigue siendo clave: mientras algunos activos alcanzaron máximos históricos, otros, como el Bitcoin, mostraron su vulnerabilidad ante cambios de mercado.