En diciembre de 1843 el filántropo inglés Sir Henry Cole, abrumado por mil cartas sin responder, ideó la primera tarjeta navideña comercial. La iniciativa, impulsada por el pintor John Callcott Horsley, marcó el inicio de una tradición que hoy factura miles de millones y sigue presente en millones de hogares.
El origen de la tradición
En la Inglaterra victoriana, no contestar una carta personal era considerado una grave falta de educación. Henry Cole, funcionario público responsable de la reforma del servicio postal, se encontró con una pila de más de mil felicitaciones navideñas sin responder. Para evitar el bochorno, buscó una solución práctica.
La primera tarjeta navideña
El 16 de diciembre de 1843, Cole encargó al pintor John Callcott Horsley el diseño de una escena familiar alrededor de una mesa festiva, acompañada de dos viñetas que mostraban actos de caridad. En la parte superior se insertó la palabra “To” y, bajo ella, la frase en inglés A Merry Christmas and a Happy New Year to you. En la base se dejaron los espacios para “From” y el remitente.
Producción y venta
Una imprenta imprimió mil copias; Cole vendió las que no utilizó a un chelín cada una, bajo el seudónimo de Felix Summerly. El costo, alto para la época, limitó la adopción inicial a las clases adineradas, pero su éxito incitó a la reimpresión en años posteriores.
Expansión y masificación
Durante la década de 1860 la reducción de costes de impresión y envío permitió que la tarjeta llegara a todos los estratos sociales. En 2024, la industria de tarjetas navideñas facturó aproximadamente US$ 20.000 millones a nivel global, según la consultora Gran View Research.
Impacto cultural y legado
El mismo año que apareció la tarjeta, Charles Dickens publicó A Christmas Carol, reforzando la visión de la Navidad como celebración familiar. La iniciativa de Cole no solo facilitó la correspondencia, sino que también impulsó la reforma postal británica, que introdujo una tarifa única de un penique y popularizó el envío de correspondencia.
Hoy, en EE. UU. y Reino Unido se envían cerca de 1 000 millones de tarjetas navideñas cada año, convirtiendo la idea de Cole en una tradición que sigue uniendo a familias y amigos alrededor del mundo.
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