El cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, encabezó la celebración navideña en la Plaza del Pesebre de Belén el 24 de diciembre de 2025, exhortando a los fieles palestinos a recuperar la esperanza y la alegría después de dos años de guerra en Gaza y la ausencia de festividades.
Un regreso esperado
Tras dos años sin celebraciones públicas en señal de solidaridad con Gaza y la pandemia, la ciudad de Belén, en la Cisjordania ocupada por Israel, volvió a respirar el espíritu navideño. Decenas de familias palestinas se congregaron alrededor del árbol de Navidad en la Plaza del Pesebre, acompañadas por el cardenal Pierbattista Pizzaballa, máximo representante católico en Tierra Santa.
El mensaje del cardenal
En su discurso, Pizzaballa afirmó: “Lo que vi en Gaza es un desastre, pero también vi el deseo de vivir” y subrayó la necesidad de celebrar no solo hoy, sino todos los días del año. Destacó que la “luz de Belén es la luz del mundo” y que, pese al conflicto, la esperanza aún puede brillar en la región.
Contexto religioso y geopolítico
Belén es venerada como el lugar de nacimiento de Jesús, y la Iglesia de la Natividad alberga la tradicional misa de Nochebuena. El cardenal, de la orden franciscana y nombrado Patriarca Latino de Jerusalén en 2020, actúa como representante del Papa en Israel, Palestina, Jordania y Chipre.
El conflicto en Gaza, que comenzó en 2023 y se reactivó en 2024, ha dejado miles de muertos y desplazados, dificultando la movilidad y el turismo en Belén. Muchos creyentes tienen familiares en Gaza, y la guerra ha reducido drásticamente la afluencia de peregrinos, impactando la economía local.
Un ambiente de celebración
La ceremonia incluyó cantos de coros, bandas de música y la participación de scout palestinos de Beit Sahour, Birzeit y Jerusalén. Los tambores y gaitas resonaron por primera vez en dos años, simbolizando el retorno de la tradición y la resiliencia del pueblo.
Desafíos pendientes
Pizzaballa reconoció que aún quedan problemas por resolver, como la inseguridad y la escasa movilidad. Sin embargo, insistió en que la celebración de la Navidad es un paso crucial para reconstruir la vida cotidiana y la esperanza en la región.
Fuentes
Información obtenida de Reuters y EFE, publicada en Clarin.