En diciembre, mientras gran parte del mundo ilumina sus calles con luces navideñas, Uruguay permanece sin festejar la Natividad. Gracias a una ley de 1919 que eliminó los festivos religiosos y adoptó conmemoraciones laicas, este país sudamericano se incorpora al reducido grupo de naciones que no reconocen la Navidad como festivo oficial.
Una decisión histórica de 1919
La raíz de la ausencia de la Navidad en Uruguay se encuentra en la ley aprobada en 1919, la cual suprimió los días festivos religiosos del calendario nacional. Entre las celebraciones eliminadas estaban la Navidad y la Epifanía, sustituyéndose por eventos laicos como el Día de la Familia.
Otros festivos sustituidos
El mismo proceso atacó otras tradiciones católicas: el 6 de enero, día de la Epifanía, fue reemplazado por el Día del Niño, y la Semana Santa se transformó en la Semana del Turismo, celebrada a principios de marzo.
Un país laico por convicción
Uruguay ha construido una sólida tradición de separación entre Iglesia y Estado, influenciada por el liberalismo europeo y el positivismo de finales del siglo XIX. Figuras como José Batlle y Ordóñez impulsaron la Constitución de 1919, que consagró la neutralidad estatal frente a la religión, la libertad de cultos y la privatización del espacio religioso.
Contexto sociocultural
Según datos citados por RFI, alrededor del 40 % de la población uruguaya se identifica como no creyente, lo que refuerza la falta de adhesión a la celebración cristiana de la Natividad. Esta postura laica contrasta con la mayoría de los países latinoamericanos, donde la Navidad sigue siendo una fiesta de carácter profundamente religioso.
Uruguay en el grupo de los países no celebrantes
Actualmente, solo seis naciones no celebran la Navidad de manera oficial: Arabia Saudita, Corea del Norte, Brunei, Tayikistán, Somalia y Uruguay.
Fuente
Información extraída de La Nueva (24/12/2025).