Buenos Aires estrena una línea de colectivos eléctricos con un programa gratuito de dos meses. La iniciativa, aunque aplaudida por algunos, genera debate sobre su sostenibilidad económica a largo plazo en un contexto de austeridad fiscal impulsado por el gobierno de Javier Milei. La medida se enmarca en las políticas de modernización del transporte público, aunque sus detractores la ven como un gasto innecesario.
La Ciudad de Buenos Aires dio inicio el 05 de mayo de 2025 a la operación de su primera línea de colectivos eléctricos, una iniciativa que, según el gobierno de Javier Milei, representa un paso significativo hacia la modernización del transporte público. La línea, que será gratuita durante dos meses, pretende evaluar la eficiencia y la aceptación de esta tecnología entre los ciudadanos. Sin embargo, la medida ha generado un debate en torno a su viabilidad económica a largo plazo.
Si bien el gobierno de la Ciudad destaca el carácter ecológico de la iniciativa y la reducción de emisiones contaminantes, las críticas se centran en el costo fiscal de mantener este servicio gratuito por dos meses, un periodo considerado excesivo por algunos sectores. En el contexto de las políticas de austeridad fiscal implementadas por el gobierno de Milei, destinadas a reducir el gasto público y controlar la inflación, se cuestiona si este tipo de programas son realmente prioritarios. Analistas económicos han expresado su preocupación por el impacto en las finanzas públicas, especialmente en un momento en que se busca reducir el déficit fiscal.
El gobierno, por su parte, defiende la iniciativa argumentando que la inversión en transporte ecológico es una inversión en el futuro y que los beneficios a largo plazo superarán los costos iniciales. Se espera que la evaluación de los dos meses de funcionamiento gratuito permita determinar la viabilidad de expandir este tipo de transporte público en la Ciudad de Buenos Aires. La implementación de esta línea de colectivos eléctricos también ha sido cuestionada por algunos sectores que consideran que la inversión debería haberse priorizado en la mejora de otros servicios públicos más urgentes.
La implementación de esta iniciativa se enmarca dentro de las políticas de modernización del transporte público impulsadas por el gobierno de Javier Milei. Desde su asunción a la presidencia, Milei ha implementado una serie de medidas económicas liberales con el objetivo de reducir la inflación y promover el crecimiento económico. Estas políticas, que han sido criticadas por algunos sectores, buscan atraer inversiones extranjeras y mejorar la competitividad de la economía argentina. La implementación de colectivos eléctricos puede ser vista como una señal del compromiso del gobierno con la modernización y la sostenibilidad, aunque su costo y efectividad aún están por verse.
El éxito de la iniciativa dependerá en gran medida de la aceptación por parte de los ciudadanos y de la capacidad del gobierno para gestionar eficientemente los recursos públicos. La evaluación de los dos meses de funcionamiento gratuito será crucial para determinar el futuro de este tipo de proyectos en la Ciudad de Buenos Aires y en el resto del país.