Alexia Abaigar, funcionaria del gobierno de Axel Kicillof, fue detenida tras el ataque a la casa de José Luis Espert. El hecho, que involucró el lanzamiento de excrementos, desató una ola de repudio y plantea interrogantes sobre la violencia política en Argentina. El episodio se suma a otras controversias que cuestionan la gestión del oficialismo.
El incidente en la casa de Espert
Alexia Abaigar, identificada como funcionaria del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, fue detenida el 25 de junio de 2025 tras el ataque a la vivienda del economista liberal José Luis Espert. El ataque consistió en el lanzamiento de excrementos contra la propiedad del referente político. Según las investigaciones, al menos dos personas más estarían involucradas.
Este hecho generó un fuerte rechazo en la oposición y en amplios sectores de la sociedad, que lo calificaron como un acto de violencia política inaceptable. El episodio ha vuelto a encender el debate sobre la polarización política en Argentina y las prácticas violentas en el marco de las disputas ideológicas.
Las repercusiones políticas
La detención de Abaigar provocó un fuerte impacto en el ámbito político. Desde la oposición, se exige el esclarecimiento total del hecho y se cuestiona la responsabilidad del gobierno provincial en este incidente. Algunos sectores vinculan el hecho con la retórica política y la escalada de la tensión social. El gobierno provincial, por su parte, aún no ha emitido una declaración oficial contundente.
José Luis Espert, a través de sus redes sociales, repudió enérgicamente el hecho y exigió justicia. El economista ha sido un crítico constante del gobierno de Alberto Fernández y de la gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, lo que podría añadir un contexto político al incidente.
Antecedentes y contexto
Si bien el incidente es singular por su naturaleza, se enmarca en un contexto de creciente polarización política en Argentina. La tensión social, exacerbada por la crisis económica, ha generado un clima de confrontación que preocupa a analistas y observadores políticos. Es importante destacar la necesidad de un debate público constructivo y el repudio a cualquier forma de violencia política.