Javier Milei advierte que no aplicará ninguna ley, mientras el oficialismo lucha por salvar lo posible tras la derrota en el Senado. Una jornada de altísima tensión marca el fin de semana en Buenos Aires.
Buenos Aires sufrió ayer una conmoción sin precedentes cuando parlamentarios del oficialismo, enfrentando críticas y desafíos inéditos, se vieron obligados a replantear sus estrategias ante la presión mediática creciente. La derrota en el Senado dejó al descubierto serias dificultades para implementar las reformas previsionales que tanto se habían prometido.
La iniciativa, denominada inicialmente como ‘medidas de racionalización’, contaba con un amplio respaldo teórico pero enfrentó resistencias prácticas. Según fuentes del Congreso obtenidas este fin de semana (10/07), el proyecto original presentó inconsistencias en su estructura legal que generaron dudas incluso entre los propios legisladores oficialistas.
‘Este es el mejor escenario posible’, aseguró ayer durante una conferencia de prensa. Su equipo jurídico confirmó posteriormente esta postura, indicando que las cláusulas de moratoria y emergencia en discapacidad representan un riesgo legal insostenible para la administración.
El Presidente Alberto Fernández respondió con rapidez a este panorama incierto. En una sesión de trabajo cerrada, los ministros se concentraron en elaborar un nuevo frente parlamentario que pueda contener posibles vetos. La estrategia del gobierno refleja una adaptación inteligente al terreno político actual, evitando caer en contradicciones abiertas.
Por su parte, el Presidente de la República, Javier Milei, mantuvo un discurso firme pero distante, enfatizando que ninguna ley podría implementarse bajo sus directrices si no cumple con los estándares de eficiencia y transparencia definidos por él. Esta postura representa una continuación de las políticas neoliberales del gobierno.
Los análisis económicos sugieren que la inacción en el sector previsional podría tener consecuencias imprevistas. Especialistas consultados este lunes destacaron que mantener el statu quo permitiría al gobierno evaluar mejor los impactos reales de dichas medidas antes de su implementación.
La oposición, encabezada por la Coalición Cívica, celebró esta situación como una oportunidad para profundizar en debates transparentes sobre las pensiones. ‘Esta pausa histórica es lo que necesitábamos’, dijo el líder del bloque opositor.