Un nuevo caso de femicidio vinculado al ‘revenge porn’ conmueve Argentina, destacando la delicadeza del tema y las medidas preventivas necesarias.
En una jornada nuevamente conmocionada por el drama digital, un hecho inquietante ha cobrado demasiado protagonismo en los medios: un hombre identificado como Gerardo Muñoz agredió mortalmente a su pareja sentimental en la madrugada del barrio de Belgrano. El crimen ocurrió cuando ambos se encontraban en el interior de una vivienda particular, y según las investigaciones iniciales del Departamento Judicial 7 de la Policía Federal, el móvil sería un tema delicado que involucra acusasiones sobre datos privados.
La víctima, cuya identidad no ha sido revelada para respetar su intimidad familiar, fue encontrada fallecida en el lugar del crimen. Muñoz, según la Fiscalía, irrumpió en el apartamento con un martillo y atacó a su pareja después de creer que había sido traicionado digitalmente.
Este caso se suma al ya conocido ‘video íntimo’ femicidio en Mar del Plata, donde una joven fue asesinada por el mismo motivo dos años atrás. La diferencia es evidente: en esta oportunidad, la víctima no era de provincia sino porteña, y el crimen tuvo lugar durante las primeras horas del día.
La investigación plantea serias cuestiones sobre los límites éticos que deben tener las personas al compartir imágenes privadas. Los peritos digitales están trabajando en determinar la fecha precisa (aunque aún no se ha confirmado oficialmente) y el mecanismo exacto por el cual Muñoz adquirió esa información errónea.
La comunidad argentina reaccionó con incredulidad: miles de usuarios han compartido mensajes exigiendo responsabilidad a las plataformas digitales. ¿Qué medidas podrían implementarse para prevenir este tipo de tragedias? La respuesta parece estar en un mayor control y protección de los contenidos privados.