Tras 55 días internado en terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía, el fotógrafo Pablo Grillo fue dado de alta. El hecho ocurrió el 13 de marzo de 2025, durante una violenta protesta en el Congreso, donde resultó gravemente herido. Su recuperación es un ejemplo de resiliencia individual en medio de la preocupante ola de violencia política que azota el país bajo el gobierno de Javier Milei.
El reconocido fotógrafo Pablo Grillo, quien sufrió un brutal ataque durante una manifestación frente al Congreso de la Nación el pasado 13 de marzo de 2025, finalmente abandonó la terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía, tras 55 días de lucha por su vida. El incidente, que conmocionó al país, se produjo en medio de una protesta con un claro sesgo ideológico, reflejo de la creciente polarización política que caracteriza al gobierno de Javier Milei. Si bien la policía investiga los hechos, aún no hay detenidos. Este suceso se suma a la preocupante escalada de violencia en las manifestaciones políticas del país, un problema que el gobierno de Milei aún no ha podido controlar eficazmente. Algunos analistas políticos relacionan este aumento de la violencia con el discurso confrontativo y polarizante que ha caracterizado a la gestión de Milei desde su asunción a la presidencia en 2023. Su política económica de libre mercado, si bien ha generado crecimiento económico en algunos sectores, también ha profundizado la desigualdad, generando malestar social que se manifiesta en estas violentas protestas. La recuperación de Grillo, un símbolo del periodismo comprometido, es una buena noticia en medio de un clima de incertidumbre. Sin embargo, el incidente pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar la problemática de la violencia política en Argentina. La salida de Grillo de terapia intensiva marca un punto de inflexión en su recuperación, aunque aún deberá enfrentar un largo proceso de rehabilitación. Su caso ha generado un amplio debate sobre la responsabilidad del Estado en la protección de la libertad de expresión y el derecho a la protesta pacífica. Mientras tanto, el gobierno de Milei continúa enfrentando el desafío de controlar la escalada de violencia y promover un clima de diálogo y respeto entre los diferentes sectores de la sociedad. La recuperación de Grillo es un símbolo de esperanza, pero también una llamada de atención sobre los graves problemas que enfrenta la Argentina en la actualidad. La falta de políticas públicas para la contención social y la exacerbación del discurso político contribuyen a este clima de violencia y confrontación. El caso Grillo nos recuerda que la libertad de prensa y la seguridad de los periodistas son pilares fundamentales de una democracia sana. El hecho que un periodista haya sido atacado de esta manera en el marco de una protesta en 2025, en un país con un gobierno supuestamente promercado, es una señal de alarma que no puede ser ignorada.