El equipo argentino regresó a la Copa Libertadores con la presencia de Jorge Arias captando el mando; la visita a Peñarol y la entrada de Rojo marcaron un encuentro decisivo que definió el rumbo de la parte ganada por el costarricense.
El 30 de julio de 2025 el Estadio Centenario de Montevideo fue escenario de un duelo decisivo entre Racing Club y Peñarol, ambos competidores de la Copa Libertadores. Jorge Arias, quien había sido parte esencial de la historia del club hasta su baja en 2024, regresó al once inicial como capitán, reconociendo la confianza del cuerpo técnico y la motivación de su equipo. Su liderazgo en el mediocampo se vio reforzado por la entrada de jugador Rojo, quien aportó dinamismo y solidez en las zonas intermedias.
El grupo G del torneo se vio al borde del descenso tras los dos encuentros previos; Racing había perdido su segundo contra un rival ecuatoriano, mientras Peñarol había sacado la victoria sobre un club de Chile. Con ambos equipos buscando la ventaja para avanzar a la siguiente fase, el encuentro mantuvo el nivel alto y la tensión constante.
Entre las claves de la partida se destacó la presión del centro y la capacidad defensiva de la defensa de Racing, que logró limitar los contraataques de Peñarol. Del lado uruguayo, la organización del ataque se vio frenada por la presión argentina, pero el gol de Peñarol llegó a los 23 minutos, estableciendo la ventaja y manteniendo su posición en la tabla.
Los resultados finales fueron importantes: Peñarol consiguió la victoria, conservando la primera posición del grupo y asegurando su paso a los octavos de final; Racing, a la brevedad, se convirtió en el segundo clasificado, con la posibilidad de seguir disputando la fase eliminatoria del torneo.
El próximo paso de cada club será el enfrentamiento cruzado en la fase de grupos para cerrar el tema; Racing tendrá la oportunidad de redimirse y volver a la cima con una salida dominante, mientras Peñarol buscará consolidar su posición con un dominio claro.
Para el público en Argentina, la visita se convirtió en un espectáculo para la hinchada, donde el fútbol mostró su pasión y la historia de una rivalidad que sigue viva en Sudamérica.