La crisis económica y la creciente inflación han golpeado a la clase media boliviana, desencadenando un aumento de la desconfianza hacia el Movimiento al Socialismo, partido coadyuvado por Evo Morales. Mientras la población indígena – base tradicional de MAS – muestra señales de deserción, el centro político sufre una reconfiguración donde las nuevas voces buscan representar a los ciudadanos urbanos
Un golpe a la clase media
La inflación continúa al alza y la subida de precios de la energía y la alimentación han erosionado los ingresos de la clase media boliviana. Según datos oficiales del Banco Central de Bolivia, el poder de compra de esta clase se ha visto comprometido en los últimos meses, lo que ha generado un creciente descontento que se traduce en protestas en ciudades como La Paz y Santa Cruz.
La reacción del MAS
El Movimiento al Socialismo, partido fundado por Evo Morales y encabezado en la actualidad por el presidente Luis Arce, se enfrenta a una crisis interna. Tras la pérdida de su tradicional base indígena, el partido está evaluando nuevas estrategias para mantener la coalición que ha sustentado su hegemonía política durante más de una década.
Deserción entre los pueblos originarios
En los últimos sondeos, la simpatía por el MAS ha caído entre los aymara y quechua, grupos que durante muchos años han sido pilares del apoyo del partido. Las razones citadas por los encuestados incluyen la percepción de que los programas sociales del gobierno han fraccionado sus beneficios y la falta de representatividad de líderes indígenas en las instituciones centrales.
Contexto económico y social
El país sigue dependiente de las exportaciones de yodo, gas y minerales, sectores que han sufrido fluctuaciones en los precios internacionales. Al mismo tiempo, la pandemia y la política de subsidios han impuesto un déficit fiscal que ha aumentado la presión sobre el presupuesto público. En este contexto, la clase media boliviana percibe que las políticas actuales no responden adecuadamente a sus necesidades cotidianas.
Perspectivas de la próxima elección
Con las elecciones presidenciales de octubre de 2025 cada vez más cercanas, los candidatos independientes y los partidos de la izquierda están ganando terreno entre la población urbana. Si bien el MAS sigue presentando la figura de Luis Arce como eje central del proyecto de continuidad, las protestas y la caída en el respaldo indígena indican que el escenario electoral podría cambiar de manera significativa