En marzo de 2024, la USDA detectó un brote de la cepa avanzada del virus de la enfermedad hemorrágica del conejo en EE. UU. varios conejos, incluidos algunos que presentan protuberancias craneales que recuerdan a cuernos y tentáculos, generan alarma entre autoridades y aficionados.
El brote de la “evolución genética” de los conejos en EE. UU.
El 12 de marzo de 2024, la Oficina de Regulación de Productos Animales (APHIS) de la USDA anunció que la cepa RHDV‑2 del virus de la enfermedad hemorrágica del conejo había sido detectada en 23 estados, con más de 2 500 casos confirmados. En un número dezenas de animales se observaron deformidades craneales que recuerdan a cuernos o a “tentáculos”.
¿Qué es la enfermedad hemorrágica del conejo?
El RHDV‑2 es una enfermedad viral altamente enfermiza que afecta a las poblaciones de conejos salvajes y domésticos. Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta, vómitos y pérdida de apetito; el curso suele ser fulminante, con una tasa de mortalidad que ronda el 90 %. La evolución depende de la gravedad de la infección y de la respuesta inmunológica del animal.
Deformaciones que captan la atención
Los especialistas explican que las protuberancias se deben a la inflamación masiva de la nariz, la mandíbula y la oreja, causada por la infección. Cuando la hinchazón alcanza dimensiones considerables, el animal parece adoptar una apariencia similar a un “Frankenstein”. En casos leves, la hinchazón se recupera parcialmente cuando el animal logra sanar, aunque el resultado no suele volver a la normalidad.
La respuesta de expertos y la prevención
El USDA recomienda no manipular los animales afectados y reportar hallazgos sospechosos al servicio local de salud animal. Se ha desarrollado una vacuna contra RHDV‑2 que ya se está distribuyendo a granjas de conejos domésticos, pero la cobertura en animales salvajes sigue siendo limitada. Los especialistas aconsejan mantener a las mascotas alejadas de áreas donde se observen conejos enfermos.
Un llamado a la investigación científica
La naturaleza de las “tentáculos” ha generado interés científico por su posible relación con mutaciones virales. Los virologistas planean monitorear los brotes en los próximos años y estudiar la posible influencia de la variación genética del virus sobre la morfología de la host.